95% ha caído la rentabilidad de los talleres mecánicos durante esta cuarentena por Covid-19. En principio, porque no son un sector priorizado entre el ramo automotriz, pero aunque varios abren sus talleres sin autorización o trabajan a portón cerrado, la población difícilmente repara sus vehículos porque no tienen gasolina, ni dinero para costear repuestos y mano de obra.

En visitas por algunos talleres de mecánica en general, el equipo del DLA constató que mantienen carros arrumados por falta de repuestos, carros que llegaron hace mas de seis meses y hasta hace uno o dos años y siguen allí porque sus propietarios no han tenido los recursos económicos para sacarlos al ruedo.

Lo peor es que desde que inició la cuarentena escasamente arreglan uno o dos vehículos al mes y son precisamente los utilizados en sectores como salud, comercio o instituciones públicas que pueden surtir gasolina y los utilizan diariamente.

Esta situación preocupa a los mecánicos porque viven de esta labor, aun más empañada por no tener la posibilidad de adquirir 20 o 30 litros para sus traslados diarios, del hogar al taller o del taller a una rectificadora o un torno.

A falta de combustible, también han optado por lavar piezas con agua y jabón o con desengrasante, pero para Eleazar Juárez, luchador social y mecánico, esto no puede seguir así, “señores del Gobierno el surtido de gasolina también es un derecho de los venezolanos, porque sin gasolina no llegan carros, uno no tiene trabajo, no se pueden mover los carros para hacer una diligencia. De dónde voy a comer yo o mi familia”, reclama.

Juárez recuerda que Pdvsa hace 25 años tenía en buen funcionamiento cinco refinerías y no faltaba la gasolina ni los demás derivados del petróleo, “todos padecemos… desde los mecánicos, latoneros, electricistas, hasta los choferes y usuarios”, refiere.

Por último, ante la presencia del equipo periodístico en su taller mecánico de manera enfática comentó, “el gobierno no puede gerenciar este país, no volvieron a asfaltar las carreteras y los campesinos están dejando de sembrar, ya sólo cultivan maíz y caraotas, por eso si continuamos en cuarentena con estas necesidades nos moriremos de hambre, porque de hecho ya hay muchas personas con fuerte estado de desnutrición”.

Con información del Diario de Los Andes

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