Los médicos que conforman la Alianza Venezolana por la Salud denunciaron este viernes que desde hace dos años aproximadamente no hay dotación de vacunas contra rotavirus y antineumocócica en los principales centros de salud y ambulatorios públicos. La información fue ofrecida por el presidente de la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría, Huníades Urbina –quien forma parte de la coalición médica–, en medio de una protesta que se realizó en las inmediaciones del Distrito Sanitario N° 3 de San Martín, en Caracas, para exigir el respeto al derecho a la salud.

“El personal de Sanidad reconoció que no hay vacunas para prevenir las diarreas y el meningitis meningocócica, enfermedades que repuntaron en el país según el último boletín que publicó la ahora exministra Antonieta Caporale. La excusa que ofrece el Gobierno es que no hay dinero para comprarla, pero este país recibe recursos por la venta del petróleo y se debe priorizar la obtención de vacunas”, aseguró el especialista.

Urbina señaló que las dosis que actualmente tiene el sistema de salud son importadas desde la India, vacunas que, a su juicio, no cuentan con la certificación del Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel ni están calificadas por la Organización Mundial de la Salud. El pediatra dijo que las organizaciones insisten en que el Gobierno permita la apertura parcial del canal humanitario para resolver el déficit de medicamentos. “Sabemos que no será una solución, pero es una ayuda mientras el Estado soluciona los problemas en la producción de medicina y hace las inversiones y ejecuta las compras de fármacos y vacunas”, resaltó.

Carlos Walter, exministro de Sanidad y director del Centro de Estudios para el Desarrollo de la UCV, rechazó la ausencia de información sobre el Plan Nacional de Vacunas que el Gobierno ejecuta desde el pasado mes de agosto. Criticó que el Ejecutivo mida el cumplimiento de las coberturas vacunales en base al número de dosis aplicadas.

“El Gobierno ha planteado un plan cuyas metas reales no se conocen. Pretende además medir su efectividad de acuerdo al número de dosis aplicadas, cuando en realidad en estas políticas debe considerarse la cantidad de personas que están protegidas. Por ejemplo, el Estado debe informar a cuántas personas se les han administrado todas las vacunas que establece el esquema, incluso las segundas y terceras dosis y refuerzos. Un niño que no tiene todos los refuerzos queda susceptible de enfermarse”, apuntó.

De su lado, Ana Rosario Contreras, presidenta del Colegio de Enfermera del Distrito Capital, señaló que el Programa Ampliado de Inmunizaciones del Ministerio de Salud debe garantizar que las vacunas estén disponibles todo el año y no que sean suministradas cuando deciden emprender una jornada masiva. También rechazó la intención del Gobierno de exigir el Carnet de la Patria para inmunizar a la población y denunció las dificultades que presenta el personal de salud por no contar con insumos para atender a los pacientes. “No es posible que las enfermeras nos pidan que atendamos a varias personas con una sola inyectadora porque eso es ir en contra de nuestros principios básicos”, espetó.

Las fallas en el cumplimiento de las coberturas vacunales que provocaron el resurgimiento de enfermedades reemergentes como difteria y sarampión obligaron a los especialistas de las redes de sociedades y organizaciones médicas a exigir al Ministerio de Salud información epidemiológica y la divulgación de una campaña masiva para prevenir la difteria y sarampión. Pidieron que se garanticen las vacunas para evitar la propagación de las enfermedades. Los médicos indicaron que continuarán con estas acciones el próximo lunes, 9 de enero, cuando hagan una caminata hasta la sede principal del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales en Altagracia, al centro de Caracas.

Fuente: Tal Cual Digital

Fecha: 07 de octubre de 2017

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