Los residentes de Medicina son presa del hambre y la miseria. En el pasado han quedado los días en los que el ser médico era sinónimo de buenos salarios y respetable posición social, pues en la actualidad un especialista en formación cobra 500 mil bolívares por quincena. Si el médico hace guardia nocturna el salario puede ser un poco más elevado, pero en ninguno de los casos sobrepasa los 700 mil bolívares. Dicho de otra manera, la quincena de estos profesionales equivale a medio cartón de huevo (Bs. 500 mil) y un kilo de harina pan (Bs. 190 mil) en el mejor de los casos.
De acuerdo a lo denunciado por los mismos residentes, muchos de los futuros especialistas están pensando en tirar la toalla, pues no hay forma de sobrevivir con poco más de 4 dólares al mes en un país que está siendo devorado por la inflación. «Cada vez es más difícil. Hay compañeros que no pueden llegar a trabajar porque no tienen dinero ni para comprar gasolina. Estamos viviendo una situación crítica», denunciaba Henri Wensen, residente de Cirugía en el Antonio María Pineda de Barquisimeto.
Anaís Carrillo, residente de Cirugía de tercer año comenta que la gran mayoría de médicos comen lo que el Hospital Central le sirve a los pacientes, pero esta no es una dieta balanceada, pues en el 90% de los casos,la bandeja de alimentos sólo tiene arroz blanco y sopa de verduras. «Hay residentes pasando hambre. Esa es una realidad que no se puede ocultar», sentencia.
La precaria situación de los médicos residentes se agravó con la cuarentena, pues el transporte público se paralizó y los productos triplicaron su precio. «Ya no se puede hacer nada con lo que se gana. Lo que cobra un residente es algo irrisorio», es la queja que, con frecuencia, hacen los especialistas en formación.
Debido a esta situación la Gobernación del estado Lara, en representación de Javier Cabrera, secretario de Salud en la región, se comprometió a entregar a los médicos una bolsa de comida quincenal; sin embargo, esa promesa quedó en nada, pues los médicos no han recibido ni la primera entrega de alimentos por parte del ejecutivo regional.
René Rivas, presidente del Colegio de Médicos en el estado Lara, denunció la lamentable situación en la que se encuentran los residentes y asegura que urge tomar cartas en asunto para evitar que estos profesionales tiren la toalla.
«Para nadie es un secreto que son los residentes los que sostienen los hospitales. Son ellos los que están pasando consulta las 24 horas, atendiendo a pacientes y por eso deben tener un sueldo digno. Lamentablemente lo que están ganando en estos momentos no les alcanza para comer», sentencia.
El especialista asegura que, cuando Juan Guaidó, presidente interino de Venezuela, empiece a repartir el bono de 100 dólares, los más de 800 residentes que hacen vida en el estado Lara, serán priorizados.
«El objetivo es que ellos reciban la ayuda antes que cualquiera. Aquí hay residentes que deben pagar alquiler o tienen que comprar comida y con lo que ganan no pueden hacer nada de eso. El sueldo digno es un derecho que debe tener todo profesional y más cuando se está en la primera línea de batalla contra una pandemia como la del coronavirus», dijo Rivas.
Los médicos residentes en el Hospital Central reciben sólo dos cupos para echar gasolina. Según denunciaron los mismos profesionales en formación desde que arrancó la cuarentena estos trabajadores deben echarse cuchillo para conseguir un ticket, pues son cerca de 120 los residentes que hacen vida en el Antonio María Pineda.
«No tenemos cómo movilizarnos. Es cada vez más difícil poder llegar al hospital para cubrir las guardias», dicen los residentes consultados.
Con información de La Prensa de Lara.