¿Qué tan vigilada será la flexibilización?, es la respuesta solicitada a esta pregunta por expertos ante al anuncio de un posible levantamiento del plan 7+7 por el Ejecutivo Nacional. Consideran que a 16 meses de pandemia siguen sin estricta vigilancia epidemiológica entre insuficientes diagnósticos que no superan las 4 mil PCR diarias ni la vacunación masiva. Reprochan la falta de planificación para dar un respiro a la economía, pero con una programación sujeta al previo estudio para liberar, de acuerdo a la realidad de las regiones. Consideran que una apertura total podría significar un abismo hacia una tercera ola de rebrote.
El gremio se apega a las advertencias del infectólogo Julio Castro. La curva se encuentra en uno de los puntos más altos, considerando que desde principio de junio de 2021 se registran 11 semanas consecutivas en un promedio de 9 mil casos. Además de denunciar que las PCR se mantienen entre 3.500 a 4 mil diarias, mientras en Colombia se practican hasta 60 mil en 24 horas.
Las implicaciones son visibles en el estudio de José Félix Oletta, exministro de Salud, que expresa el alza de la curva inicialmente por las agudas deficiencias en diagnósticos y falta de dotación de implementos de bioseguridad, con un disparo desde agosto de 2020 con 28.154 y asciende en septiembre con 28.394 infectados. Pero la carga fue más pesada a consecuencia de la «Navidad feliz», al tener previsto la campaña electoral por las elecciones parlamentarias del 6-D y Carnavales 2021 que elevaron el pico a mediados de marzo y se ha extendido hasta julio de 2021 con una lenta y desordenada vacunación.
Cuando se refieren al contexto no dejan escapar las condiciones socioeconómicas, por lo que Jaime Lorenzo, presidente de la organización Médicos Unidos de Venezuela, recuerda que se sentía el deterioro que golpeó a la producción. «Llega la pandemia y el Gobierno no tuvo un gesto para ayudar», lamenta de un Estado sin protocolo, que ni siquiera fue a fondo para la aplicación de medidas en estas áreas de trabajo y ni de incentivar la productividad en una economía que venía golpeada, pero se agudizó en pandemia.
Sólo justificaría un levantamiento flexible en función de un plan para erradicar la propagación del coronavirus. Un acto tan delicado, que hasta al plantear cuarentena debe ser evaluada y monitoreada. Según Lorenzo, en otros países que mantuvieron la vigilancia y al bajar los contagios, asumían la flexibilización, pero luego la frenaban de subir los contagios. Todo analizado por el comportamiento del virus.
Un posible escenario de pandemónium es lo que teme Huniades Urbina, al reconocer una liberación progresiva en función del avance y cerco en las regiones, con diagnósticos a tiempo y evaluar el criterio epidemiológico y clínico, que hasta permite proteger a quienes estén expuestos en zonas de alta incidencia.
«Si no me dan la información correcta, es una falsa oferta», señala de ese anuncio de liberación y hasta dejándolo en la responsabilidad de la población, cuando difunden una encuesta por el sistema Patria sin ofrecer la data real ni formación en conciencia por la prevención. Una medida contradictoria, al rechazar los aportes de academias y comunidad científica acerca de las medidas para poder frenar al covid-19.
María Teresa Pérez, exdirectora regional de Salud, lamenta que se ignoren los criterios científicos y sin tintes políticos, en un ambiente que combina la sensación de normalidad con el interés electoral, al aproximarse las elecciones municipales y regionales.
Urge aferrarse a la prevención
A más contagios, el virus circula a sus anchas con variantes que ni siquiera alcanzará el alfabeto griego para identificarlas. Señala el infectólogo Antonio González Mata, quien asegura que además de la vacunación la población debe tener conciencia de cuidarse.
Un punto que no se cumple en las calles de Barquisimeto, con personas irresponsables que ni siquiera llevan correctamente el tapabocas y exponen al círculo más cercano.
Con información de La Prensa de Lara