En los hospitales públicos se han instalado varias figuras para combatir «mafias hospitalarias» encargadas del robo de insumos y equipos, según denuncias hechas por el mismo Nicolás Maduro. El personal de salud, incluyendo a las enfermeras como Flor Pérez, rechazan las acusaciones, exigen una verdadera dotación para los centros de salud y que les respeten los beneficios conquistados a través de contratos colectivos.

Tal Cual 

12 años lleva Flor Pérez ejerciendo la enfermería, la mayoría de ellos como parte de la plantilla del Hospital de niños José Manuel de los Ríos, mejor conocido como el J.M, al noroeste de Caracas. En ese tiempo las irregularidades en la dotación de los centros de salud y los beneficios laborales han sido frecuentes, más de las que quisiera contar.

En el primer semestre de 2022 se sumaron dos eventos que mantienen en jaque al personal de salud: un instructivo de la Oficina Nacional de Presupuesto (Onapre) que disminuyó cláusulas salariales de toda la administración pública, y una orden presidencial para crear «inspectores» y «guardias administrativas», con el supuesto objetivo de combatir «mafias hospitalarias».

Sobre las dos, la licenciada en enfermería expresa sus opiniones, que comparte junto al resto de sus compañeros: son órdenes que solo lesionan al trabajador, lo criminalizan y mantienen en una precariedad económica que, en ocasiones, solo logran solventar con emprendimientos a medio tiempo o trabajos informales.

En entrevista para la alianza Provea–TalCual, la enfermera dice al Ministerio de Salud que si van a hacer revista de insumos, «que lo hagan bien. Si de verdad al hospital llegan insumos, pues no nos llegan a nosotros. Ni el personal de salud o enfermería se está llevando los insumos».

También pide al Gobierno «que valore a ese profesional de enfermería porque no quedan muchos. Somos pocos. Donde digan que, por ejemplo, hay 400 enfermeras en el J.M de los Ríos, dicen mentira; a menos que tengan nóminas paralelas o le sigan pagando a las que se fueron».

—¿Cuánto gana una enfermera del turno nocturno?

—Nosotros cobramos, como dice el señor Maduro, el sueldo mínimo que son 130 bolívares más los agregados, que son primas por hijos, por profesionalización, por antigüedad, ese tipo de cosas, entonces llegamos a entre 170 y 210 bolívares. ¿Pero, qué sucede?, que cada quincena cobramos algo distinto. No sabemos qué es lo que estamos cobrando.

Varias veces hemos solicitado a Recursos Humanos constancias de trabajo para ver qué es lo que estamos cobrando, pero el servicio es digital, te metes en la página y siempre está caído. Entonces, cada quien se ayuda como puede, de repente uno compra un paquete de chupi (helados), lo mete en la nevera de la casa y lo vende.

En años anteriores podría comprar varias Harinas PAN, sobre todo para el efectivo para ir a trabajar y garantizar tener una Harina PAN en mi casa. Así ha sido mi día a día y es el de muchas. Da bastante frustración cuando quieres comprarle algo a tu hijo y no puedes, pero seguimos adelante.

—¿Y esas discrepancias del salario vienen a partir del instructivo de la Onapre o de meses anteriores?

—Con esto del instructivo de la Onapre se rebajaron entre 30, 40% y 50% varias primas y cláusulas. Eso desmejoró bastante nuestro salario. En cuanto al bono nocturno viene desde hace meses. A veces no nos pagan los días feriados.

—¿Cómo hace una enfermera para llegar a su puesto de trabajo con el salario actual?

—El dinero, a pesar de que no es todo el tiempo, lo tenemos. Siempre guardamos algo para ir a nuestras guardias. Yo trabajo en el turno de la noche, y en la mañana sí se me hace difícil cuando tengo que salir a llevar a mis hijos al colegio. Eso es lo más difícil porque a veces no está el dinero completo, no tengo efectivo y tengo que andar en el metro apretada, con calor. Los niños se agitan, se molestan, a veces hasta lloran.

Yo tengo cuatro hijos de los cuales dos todavía están en edad escolar. Mi hija tiene 14 años y tiene síndrome de Down, gracias a Dios es una niña que está bien. El otro es un niño de ocho años. A veces para llegar (al J.M de los Ríos) de noche puedo llamar a alguien que me da la cola, pero no es todo el tiempo, y al llegar al hospital a veces da tristeza cuando te ves en un servicio donde tienes que trabajar completamente sola.

—¿Cuántas enfermeras quedan en su servicio?

—En el servicio durante el turno nocturno quedamos tres. Éramos muchas más enfermeras. Entonces si una de nosotros sale de vacaciones quedan dos, pero hay guardias en que solo asiste una enfermera. Aunque nosotros podemos irnos a descansar a las 2:30 o 3:00 de la madrugada, en muchas de las guardias no podemos porque a quién le dejamos esos pacientes.

En mi servicio hay muchos pacientes hematooncológicos, es decir, que tienen algún tipo de cáncer en la sangre, osteosarcomas (cáncer en los huesos). El resto de los pacientes tienen infecciones urinarias o respiratorias, neumonías y ese tipo de enfermedades.

Los pacientes hematooncológicos deben cumplir transfusiones, tratamiento de hemoderivados que muchas veces —y es triste decirlo— no hay en el hospital porque la gente ya no dona sangre. Esos tratamientos deberían cumplirse cada seis horas y, a veces, los cumplimos una sola vez al día, tanto la sangre como las plaquetas, y ese niño no se recupera del todo.

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Con información de Tal Cual

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