Las migrantes venezolanas en las zonas fronterizas como Arauca, Guajira y Norte de Santander viven en condiciones extremas que vulnera su calidad de vida.
El Observatorio de Asuntos de Género en Colombia publicó recientemente un informe titulado «‘Afectaciones diferenciales en el marco de la emergencia sanitaria por la COVID-19», en el que hace referencia a la situación que viven las migrantes venezolanos en la zona de frontera entre ambas naciones, aunada a la crisis generada por la pandemia.
Adriana Pérez Rodríguez, directora del mencionado observatorio, recalcó que la mayoría de la población migrante femenina oriunda de nuestro país se dedica al trabajo informal o al trabajo del hogar, principalmente, pero también advierte que muchos están desempleadas. En ese sentido, alertó que de las 53 damas encuestadas para la obtención de datos, 11% de las encuestadas la investigación han sufrido de violencia económica.
A muchas de estas mujeres, que residen en Cúcuta, no las dejan trabajar, no tienen control de sus ingresos o le retienen sus documentos como medida de control para mantenerlas allí. Además, muchas de ellas viven en condición de hacinamiento porque viven en lugares pequeños, donde comparten una o dos familias.
“Más de 10 personas en una misma casa, en las que recae las responsabilidades del cuidado del hogar sobre ellas”, añade Pérez.
Otro punto de cuidado es que el estudio arrojó que el 7% de las encuestadas son víctimas de violencia física y psicológica, siendo sus parejas, ex parejas, familiares, fuerzas de seguridad y otros grupos armados los principales agresores; al igual que la explotación sexual de las féminas, que aunque no hay «cifras potenciales», sí hay relatos de estas damas que están sometidas a esta práctica por las redes de trata de personas.
“Algunas son controladas por actores armados al margen de la ley, que mueven toda clase de economías ilegales, entre ellas la trata de personas y la explotación sexual de migrantes”, profundizó Pérez Rodríguez.
También reveló el informe que el 98% de las encuestadas no están afiliadas al sistema de salud pública, lo que las hace ser más vulnerables a la pandemia.
De acuerdo al artículo de La Opinión de Cúcuta, la situación se repite en el departamento de Arauca, donde la directora técnica de la Asociación de Apoyo al Desarrollo (APOYAR), Gloria Patricia Vergara, señaló que las mujeres llegaban allá desde Venezuela para buscar atención médica para sus hijos antes de que se registrara el tema del coronavirus.
“Su situación económica es precaria. Nos hemos encontrado con un grupo cuyos primeros embarazos fueron antes de los 14 años y que al llegar acá aún en edad adolescente tienen dos o tres hijos más; además son mujeres muy jóvenes con parejas adultas, algo que está muy normalizado entre ellas y ellos”, enfatizó Vergara.
Por otro lado, la docente investigadora de la Uniguajira, Karen Almanza Vides, refirió que las mujeres migrantes que llegan a Colombia por ese departamento, encuentran una «crisis multifactorial» porque al ingresar por las más de 200 trochas que existen, no pasan por los controles migratorios establecidos y por ende, no tienen un estatus legal.
Almanza Vides, junto a Vergara y Pérez Rodríguez, participaron en el conversatorio virtual Mujeres migrantes en las regiones de la frontera colombo-venezolana, donde fue presentado el referido informe.
La docente de Uniguajira dijo que la mayoría de migrantes carga con sus hijos y tienen una doble responsabilidad: ser proveedoras y cuidar de los niños, lo que las hace más vulnerables en un departamento, donde más del 40 por ciento de la población es rural, donde hay niveles altos de desescolarización y déficit de plazas de trabajo, pues la economía es, básicamente, informal.
Además que también allí a las mujeres que provienen de nuestra nación se las sexualiza, lo que a su juicio las hace vulnerables.
Cifras de Migración Colombia reflejan que en ese país hay más de 1,7 millones de personas, de las más de cinco millones que han salido de Venezuela en busca de una mejor calidad de vida. Sin embargo, la crisis económica que afecta a todas las naciones debido al coronavirus, ha propiciado el regreso a nuestra nación de unas 71.000 almas, quedando todavía unas 30.000 esperando en las zonas fronterizas para retornar.
Con información de Tal Cual