La persecución contra los trabajadores en el Metro de Caracas, auspiciada por sus autoridades y el sindicato de la empresa, se ha vuelto insostenible al punto de que 1.000 empleados han renunciado en lo que va de año, informaron fuentes cercanas a la compañía de transporte que pidieron no mencionar sus nombres.
“Para no pagar las liquidaciones correspondientes a los trabajadores, la empresa engaveta las renuncias”, aseguró uno de los consultados. Agregó que las renuncias se hicieron masivas desde abril por la jornada de protestas contra el gobierno de Nicolás Maduro, la consulta electoral de la oposición el 16 de julio y la no asistencia a la elección de la asamblea nacional constituyente el 30 de julio.
Otros 59 empleados fueron despedidos injustificadamente y la empresa se niega a reinsertarlos en sus puestos pese a que la Inspectoría del Trabajo ordenó el reenganche. “El ambiente de trabajo es demasiado pesado. Llegan al extremo de revisar las gavetas de los escritorios, los locker, papeleras y computadoras a fin de detectar cualquier mensaje contrario al PSUV y el gobierno y tener la excusa de botarte”, contó un trabajador.
Una fuente deploró que la persecución laboral la realiza el presidente del sindicato del Metro, Edison Alvarado, conjuntamente con la gerencia de recursos humanos y las autoridades de la empresa. “De una nómina de 11.000 personas, solo 4.500 mantienen el sistema rodando. El resto son seguidores del oficialismo dedicados a espiar y perseguir a los trabajadores”.
Iván Freites, directivo de la Federación Única de Trabajadores Petroleros de Venezuela, destacó que en Pdvsa el acoso se concentra en los estados Anzoátegui, Monagas, Zulia y Falcón. Denunció que exigen la asistencia a las marchas y actos de los candidatos del PSUV.
“Diosdado Cabello dio un mitin en Coro. En el acto tenían dos plantas grandes para generar electricidad, mientras que la ciudad pasaba por un apagón. En los estados petroleros la población no tiene luz, bombonas, gasolina ni agua, y así quieren que los trabajadores voten por ellos”, indicó Freites.
Froilán Barrios, dirigente del Frente Autónomo de Defensa del Empleo, el Salario y el Sindicato, precisó que recibieron denuncias de 10 trabajadores petroleros de la Costa Oriental del Lago que fueron amenazados si no votaban por el candidato oficialista en Zulia.
“En Bolívar la presión hacia los trabajadores se concentra en la casa matriz de la Corporación Venezolana de Guayana y sus empresas básicas, así como en la gobernación, en una campaña electoral que como en el resto del país se caracteriza por su ventajismo y el uso indiscriminado de los activos de los organismos para apoyar los actos de los candidatos del PSUV”, aseveró Barrios.
Fuente: El Nacional
Fecha: 10 de octubre de 2017