Ya son 700 los militares venezolanos que han llegado a la frontera en busca de refugio. Coinciden en que es tangible el quiebre y el descontento en la institución militar, pero la persecución contra ellos también aumenta.
Desde Colombia inisisten: “Sabemos que van a venir más compañeros”. Aunque pertenecen a comandos diferentes, las historias son similares: falta de alimentos en los cuarteles, salarios que no cubren las necesidades básicas, cumplimiento de órdenes arbitrarias y amenazas con ser encarcelados si se manifiestan en contra de Nicolás Maduro. Han llegado a Colombia desconociendo a Maduro y ahora, dicen, quedan a disposición de Juan Guaidó.
Algunos escucharon el llamado del parlamentario a los militares por Instagram. Oyeron cuando dijo que daría ayuda a los militares que se presentaran bajo su orden: “Guaidó nos dirá si tenemos que uniformarnos y si vamos a hacer un batallón. Si tengo que ir a Venezuela con él, lo haré”, expresa al ser consultado sobre qué hará en los próximos días.
Afirman que están listo para volver, para combatir lo que produjo su deserción. Cuentan que en la formación general de cada lunes constantemente les preguntaban si tenían carnet de la Patria, un documento político creado por el gobierno de Maduro en 2016. A quien respondía que no, le daban un plazo de 48 horas para tramitarlo. “Quien no lo tenga va preso”, se escuchaba decir a los superiores.
En la base “el desacuerdo y el descontento es muy fuerte”, pero el miedo los inmuta. Denunciaron que son perseguidos por la Dirección General de Contrainteligencia Militar.
Daniel Berroterán, sargento segundo de la Armada en la Base Naval Agustín Armario en Puerto Cabello. Tiene 35 años de edad y 3 años de servicio aseguró que las condiciones de trabajo en la base naval también comienzan a resquebrajarse. Berroterán cuenta que navegaban en barcos obsoletos y las fragatas no sirven, tienen cuatro y solo funcionan dos, una de esas opera a media máquina. De los dos submarinos, solo uno está disponible.
Berroteran Agrega que “Las mismas instituciones militares no tienen comida, insumos, para mantener a la Fuerza Armada, con todo eso, mandan a pelear, a salir a calle. Ahora imagínese cómo está el pueblo, si nosotros mismos que somos instituciones militares no tenemos nada”.
Con información de Crónica Uno