El obispo de la Diócesis de San Felipe y administrador apostólico de la Arquidiócesis de Barquisimeto, Víctor Hugo Basabe, en su homilía correspondiente a la visita número 164 de la Divina Pastora, comparó la situación actual de Venezuela con lo citado en las Escrituras sobre el pueblo de Betulia, Judith y el asirio Holofernes, quien pretendía destruir la urbe para pasar y saquear nuevamente a Jerusalén.

Tras describir lo ocurrido en la antigua ciudad israelí, donde el pueblo sitiado estuvo a punto de sucumbir ante unas fuerzas que hacían sitio a la urbe, y luego de la victoria de Judith al decapitar a Holofernes y salvar la metrópoli, dijo que «la antigua Betulia es toda Venezuela (…) un pueblo sitiado al que se le quiere reducir a la postración al negarle lo más básico».

Recalcó que al igual que entonces, se busca el control social de la población con medidas como cortes prolongados de electricidad y la carencia de agua, con lo que son a su juicio «dádivas humillantes» que quieren dar para doblegar a la población. De igual forma, repudió que existan personas que quieran enriquecerse «desde la usura y especulación» del pueblo que padecen de la escasez y carestía.

También enumeró otros dramas que vive el venezolano actualmente como la muerte de niños y ancianos por tema de hambre o enfermedades que ya se habían superado en el país, al igual que aquellos que sufren porque familiares decidieron emprender el camino para buscar una mejor calidad de vida «y garantizar supervivencia», todo por la «ineficacia de los gobernantes que ponen en primer lugar sus ansias de poder y dominio de enriquecimiento mal habido y se olvidan de trabajar por el bien común».

Alertó que Venezuela también está siendo saqueada de sus recursos que pertenecen al país y a sus ciudadanos, «cuya ordenada explotación debería ponerse en función del progreso y no en función de intereses oscuros y mezquinos a cambio de maniobras políticas», así como señaló que existen hombres y mujeres maltratados por considerar que son una «amenaza para el modelo político e ideológico que se nos quiere imponer por la fuerza desde hace 20 años».

Reclamó que el pueblo debe observar además que los maestros son también maltratados al tener «salarios de hambre y recintos escolares carentes de lo más mínimo», junto a personal de la salud como médicos y enfermeras que hacen «actos de magia» al atender a la gente sin insumos médicos. Criticó que existen «oscuros intereses geopolíticos internacionales» que lo que menos les importa es la gente que se muere de hambre. Además dijo que existen personas en el país que están pendiente de sacar cosas de Venezuela y no trabajar por ella.

Acusó que el país fue traicionado por «mercaderes de la política», ya que aquellos votados en 2015 para asumir un cambio dentro de la Asamblea Nacional «hoy, vendidos por cuatro monedas, han decidido servilmente ponerse a disposición de quienes son los principales causantes de toda esta tragedia que vive el pueblo venezolano y atentando contra la integridad del único poder político legítimamente constituido en Venezuela» como lo es el parlamento.

Esto en referencia directa a lo ocurrido el pasado 5 de enero cuando el diputado Luis Parra, junto a un grupo de legisladores respaldados por el chavismo, pretendieron hacerse con el control del parlamento en una sesión que no contó con la mayoría parlamentaria.

Exclamó además que los que mantienen el control político del país «se mantienen por el apoyo y la fuerza de unas armas, que a pesar de que un día bajo juramento se empuñaron para defender al país, hoy políticamente parcializadas son cobardemente volcadas contra el mismo pueblo cuando este clama por sus derechos y justicia», en alusión a los efectivos de la Fuerza Armada Nacional.

Pidió a la ciudadanía que «destierre conductas impropias» y evitar que el mal crezca en cada uno, mientras que recordó que el llanto de la Virgen María evoca al de aquellas madres en Venezuela que pierden a sus hijos y seres queridos por hambre, malnutrición o efectos de la migración.

Exhortó a la feligresía que solicite a la Divina Pastora a que los acompañe para «doblegar el esfuerzo de los Holofernes» y que pronto «podamos ver a Venezuela transitar los caminos de la auténtica paz, democracia y libertad».

Advirtió que posiblemente su administración apostólica en Barquisimeto termine próximamente y agradeció a los hermanos de la congregación de La Salle tanto por su labor educativa en la región y en el mundo, como por la túnica que este martes viste la Divina Pastora.

Más temprano, había pedido a la Fuerza Armada Nacional (FAN) ponerse del lado del pueblo venezolano y no de «parcialidades políticas».

A juicio de Basabe, «este pueblo está necesitando un cambio y la FAN no puede ser un obstáculo», dijo durante una rueda de prensa desde el pueblo de Santa Rosa, en Barquisimeto, donde los creyentes esperan la visita 164 de la Divina Pastora, según informó La Prensa.

El obispo hizo un llamado a los funcionarios a observar lo ocurrido en Bolivia, donde los cuerpos de seguridad «interpretaron el sentimiento y deseo de cambio del pueblo boliviano y han abierto las puertas a un auténtico cambio», comentó.

Igualmente, les recordó a los uniformados que ellos como parte del pueblo padecen la crisis económica y la emergencia humanitaria compleja al no encontrar alimentos y medicinas.

Monseñor Víctor Hugo Basabe también aseguró que es «inaceptable» que el Gobienro no actúe para frenar el deterioro de la calidad de vida, así como la emergencia humanitaria, y lamentó que no exista respuesta de quién debe darla.

Con información de Tal Cual

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