Las iglesias en Venezuela, como en todo el mundo, no tienen condiciones para albergar  pacientes del coronavirus COVID-19, porque no tienen baños, ni lavamanos, ni ninguna instalación para atender a personas delicadas de salud, dijo monseñor.

Nicolás Maduro, en vez de estar diciendo por televisión que los obispos  dispongan las iglesias para atender a los pacientes del COVID-19, lo que debe hacer es ponerse los pantalones y llegar hasta  la Conferencia Episcopal, para ver qué tipo de colaboración puede prestar la Iglesia.

Así lo declaró para Elimpulso.com, monseñor Roberto Lückert León, primer arzobispo de Coro y exvicepresidente de la Conferencia Episcopal Venezolana.

Su propuesta encierra la mala intención de hablar después que la Iglesia  se desentiende de los enfermos, expresó. Pero, no es así. Las iglesias en Venezuela, como en todo el mundo, no tienen condiciones para albergar  pacientes del coronavirus COVID-19, porque no tienen baños, ni lavamanos, ni ninguna instalación para atender a personas delicadas de salud.

“Lo que pasa es que cuando se aparece en televisión dice lo que se le ocurre y propone cosas como esa de utilizar las iglesias como hospitales de emergencia. Él ha abandonado el servicio de salud pública y nunca se preparó para tomar decisiones en una situación como ésta, en la que falta personal sanitario”.

En Coro, agregó, para citar el caso más concreto que yo conozco, se han ido 200 enfermeras de su único hospital de referencia. De tres anestesiólogos, queda uno, porque los otros dos también se vieron en la necesidad de dejar los cargos.  Hay traumatizados que tienen seis meses esperando ser operados. De eso si no habla Maduro. Nada dice del abandono en que tienen los hospitales y el personal sanitario.

Una realidad difícil

Definitivamente, las iglesias no puede servir para recibir pacientes, dijo monseñor Lückert León. Podrían habilitarse algunos salones parroquiales, que tienen por lo menos un baño o un retrete. Pero, tienen que ser acondicionados para ese tipo de emergencia, que no es cualquier emergencia, sino de pacientes que corren el peligro de morir y requieren de especialistas y  no de cualquier medicamento.

Monseñor Lückert León, quien tuvo jerarquía eclesiástica en el Zulia, dijo que en Venezuela la congregación de las Hijas de Santa Ana sí pueden ocuparse de pacientes, porque el cuarto voto  religioso es precisamente de enfermos apestados.  Esas son las palabras precisas que contiene dicho voto.

De modo, pues, yo le digo a Maduro: ponte los pantalones y anda a hablar con la Conferencia Episcopal. Habla como un hombre con sentido común

Con información de El Impulso

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