En una situación agobiante es en la que se encuentran los municipios foráneos de la entidad, debido a que en los últimos meses la escasez de agua potable se ha agudizado, haciendo que de las diferentes comunidades y caseríos tengan que pasar días en vela, realizar largas caminatas para buscar agua de pozos y ríos y hasta pedirle a Dios que llueva para poder almacenar un poco.
Habitantes de los municipios Crespo, Jiménez, Morán, Palavecino, Simón Planas, Torres, Andrés Eloy Blanco y Urdaneta destacan que han medio solventado porque está lloviendo; sin embargo, no es una solución debido a que no es agua tratada, por lo que no se puede usar para el consumo.
Siendo el municipio Urdaneta uno de los más afectados, la politólogo, Marisol Bustamante, asegura que las familias deben ir al río a buscar agua, debido a que los habitantes no cuentan con el dinero suficiente para comprar a cisterneros, quienes venden una pipa en $2 y un tanque en $15.
«Urdaneta, por ser semiárido, muy poco llueve, por lo que deben ir a buscar agua al río que no está tratada y así les ha tocado consumirla», dijo, señalando que en la parroquia de San Miguel hay una especie de pozo que surte a la comunidad, pero este fue construido hace 50 años, aproximadamente por lo que no da abasto para el crecimiento de la población.
Una situación similar se vive en el municipio Crespo, donde los habitantes reportan hasta 4 meses sin agua potable, por la avería de una de las bombas que surte a comunidades como Cujisal, La Rinconada, La Luz, El Liceo, entre otras, donde se están viendo afectadas al menos 5 mil familias.
«Estamos pasando por una crisis de agua inmensa, desde hace 3 o 4 meses no hay agua en el casco central de Duaca», dijo Wolfang Méndez, habitante del municipio.
Residentes aseguran que cada día que pasa es como si vivieran una pesadilla, ya que cada vez son más las medidas que deben tomar para tener agua en sus hogares y que esta rinda, como el bañarse dentro de una bañera para echarla a las pocetas.
«Esto es una pesadilla, tienes que sacrificarte dos días porque en las tuberías lo que sale es un hilito de agua, cada tres días no duermo en la noche para poder llenar el tanque y los peroles, y así sobrevivir los días que nos la quitan, tengo que mantener todo limpio porque tengo un paciente renal», aseguró Idania Remedio, habitante del municipio Morán.
Padecen de todo
Habitantes de los diferentes municipios, aseguran que no sólo padecen por la falta de agua potable, sino también por la deficiente distribución de gas doméstico donde se reportan hasta 5 meses sin el suministro, la falta de la recolección de basura que puede tardar hasta un mes, los problemas con las telecomunicaciones y las sobrecargas en el sistema eléctrico, las cuales se disparan y sufren un corte al menos tres veces a la semana.
Con información de La Prensa de Lara