Este domingo 26 de mayo, murió un niño que era atendido en el Servicio de Hematología del Hospital J.M. de los Ríos. Se trata de Erick Altuve, de 11 años, quien falleció a causa de un paro respiratorio en la terapia intensiva del pediátrico. A Altuve le habían diagnosticado linfoma no Hodgkin.
Erick Altuve era uno de los 30 niños que la ONG Prepara Familia había incluido en la lista de pacientes oncológicos que requerían de un trasplante de médula ósea para prolongar su vida. Erick es el cuarto niño del Servicio de Hematología que fallece este mes.
Gilberto Altuve, su padre, dijo que su hijo había ingresado al J.M. de los Ríos el 14 de enero de 2019 y allí le diagnosticaron el cáncer linfático. Durante estos meses, el niño estuvo cuatro veces en la emergencia tras presentar complicaciones asociadas a su patología.
El lunes 20 de mayo ingresó a la terapia intensiva tras sufrir un derrame en pleura (acumulación de líquido en los pulmones). Por eso, tuvo que se intubado. Desde ese momento sus padres tuvieron que buscar antibióticos como Vancomicina, incluso solicitaron apoyo económico para realizar unas pruebas de laboratorios que el niño requería.
Este domingo, sus padres difundieron servicios públicos en redes sociales para pedir Propofol, un anestésico para el dolor.
A los padres de Erick le asomaron la posibilidad de acceder al trasplante de médula ósea. Sin embargo, les resultó imposible porque el convenio sanitario que el Estado venezolano tiene con Italia para atender a pacientes hamatólogicos está suspendido desde 2018. Petróleos de Venezuela (Pdvsa), quien paga el acuerdo, acumuló una deuda millonaria con la Asociación para el Trasplante de Médula Ósea y los hospitales públicos de Italia.
Con información de Efecto Cocuyo