“Para el récipe de mi papá, el doctor anota el principio activo y los nombres comerciales… igual nunca lo consigo”, dijo Beatriz Díaz desde la cola de la FarmaPatria de Sabana Grande, donde buscaba Losartan para la hipertensión de su progenitor. Ese día tampoco pudo comprarlo, ni pidiendo Losartan, ni pidiendo Cozaar, ni Soluvas, ni Fotzaar.
No es un caso aislado. La escasez de los medicamentos en el país supera el 85% y uno de los rubros más afectados son los antihipertensivos, según el presidente de la Federación Farmacéutica de Venezuela (Fefarven), Freddy Ceballos.
Sin embargo, de acuerdo a las declaraciones de Luisana Melo, “muy probablemente lo que falta es la gama de nombres comerciales para los medicamentos”, puesto que si se buscan por principios activos, se pueden encontrar los producidos nacionalmente en los establecimientos comerciales.
Para Ceballos, las declaraciones de la ministra son “lamentables”, puesto que no reflejan la realidad del país. El farmaceuta negó que la producción nacional fuera suficiente para cubrir la demanda del país. Para intentar resolver la situación que vive el país, primero se tiene que admitir el problema, y “la ministra solo ha negado la crisis”.
Luisana Melo también aseguró que 230 millones de unidades de medicamentos han sido distribuidos en la red de farmacias del Estado, pero un recorrido de Efecto Cocuyo demostró lo contrario. Se visitaron tres farmacias, dos FarmaPatria y una FundaFarmacia, con resultados contrarios a lo anunciado por la ministra: de una lista de 18 medicamentos, todos considerados esenciales por el Estado, solo se encontraron tres (valsartan en FarmaPatria Parque Central, ácido fólico y ciprofloxasina en FundaFarmacia de Chacaíto).
“Mi médico me anota el principio activo y los nombres comerciales, pero comprar medicamentos es una lotería. Uno nunca sabe si encuentra”, dijo una señora, que prefirió resguardar su nombre, en la cola de Chacaíto. Buscaba amlodipina, indicado para disminuir la presión arterial. En su récipe también se podía leer angiovan, amval y amlovas (nombres comerciales).
Ya el equipo de Efecto Cocuyo había realizado un recorrido por esas mismas farmacias quince días antes, comprobando así que el abastecimiento no ha mejorado considerablemente. En aquella ocasión la lista de medicamentos era de 17, y solo se encontró uno.
Una trabajadora del laboratorio Vivax Pharmaceuticals contó que, a raíz de la escasez, los récipes médicos vienen, como mínimo, con cuatro indicaciones: principio activo y tres nombres comerciales. Eso, cuando se arriesgan a hacer un récipe. Según lo que contó esta fuente, los galenos se han organizado con los farmaceutas para intentar evitar a sus pacientes un recorrido infructuoso por varias farmacias.
“Los doctores le escriben a sus farmaceutas conocidos, preguntando, por ejemplo, qué tienen para el dolor. Dependiendo de la respuesta ven si pueden hacer un tratamiento con eso, y mandan al paciente inmediatamente a esa farmacia. Si duran mucho, puede que cuando lleguen ya no quede”, dijo.
Contó que en las farmacias en la actualidad “se consigue lo que en el argot se les dice guarapos que son literalmente eso, principios activos muy viejos“. Habló, por ejemplo, del niolisin, un ungüento de uso tópico para el tratamiento de las infecciones leves causadas por hongos. “Es sumamente alérgeno y con el sol, mancha la piel. Pero como es lo que hay, la gente tiene que usarlo”.
El problema se registra a escala nacional. Desde el estado Sucre, Gorgias Garrias aseguró que su médico pone cuatro nombres comerciales y, cuando están en la farmacia, si consiguen uno que no esté ahí “lo llaman a ver si se puede comprar”.
Toma Glucofage (metformina), indicada para para el tratamiento de la diabetes mellitus, y también busca con frecuencia aspirinas “ácido acetilsalicílico con cualquier nombre que venga”. Desde hace un tiempo, en su ciudad se vienen reportando fallas en el suministro de medicinas, pero “ahora es cuestión de todos los días. Después de tanto, uno se ha vuelto amigo de los dueños de las farmacias, y los llamas directamente a preguntarle”.
FUENTE: EFECTO COCUYO
Foto: Yoyopress