No es un solo sector, son varias zonas de Ciudad Guayana que pasan días sin suministro de agua por tubería. Esto pese a enfrentarse una pandemia en la que la primera medida de prevención es el lavado de manos.
En casas y edificios de Unare, en Puerto Ordaz, el suministro de agua es impredecible. A veces llega una sola vez al día, con suerte dos. Otras veces pasan más de 24 horas sin el servicio. ¿Cómo hacen entonces con la higiene para prevenir el coronavirus?
En su edificio, varios apartamentos tienen tanque, pero estos no duran, no terminan de llenarse. «No sé si es que todo el mundo está lavando más, porque están todos en sus casas», presume.
Si bien recoge tobos de agua, le preocupa la higiene usando esa agua almacenada.
«En mi casa también compramos por botellón que se supone es mejor. Y eso supone también hacer crossfit cuando subes botellones según el piso en el que vivas. Menos mal que no vivo en el noveno piso, pero imagínate quien sí», agrega.
San Félix, la olvidada
Argenis Díaz vive en el sector Vista Alegre de San Félix. Asegura que tanto el servicio de agua como el de gas doméstico parecen haber desaparecido.
La parroquia Vista al Sol tiene una década con las fallas en el suministro de agua, y eso no ha cambiado en esta cuarentena.
Lo que sí varió fue el suministro de agua, al menos para los hospitales de Ciudad Guayana. En el Hospital Dr. Raúl Leoni, en San Félix, la presidenta del Colegio de Enfermeras, Maritza Moreno, afirmó que de momento está controlada esa situación, tanto en las áreas de emergencia como en aquellas donde faltaba el agua por la obsolescencia de las tuberías.
Un pozo para los indígenas
Las comunidades indígenas del estado Bolívar son otras que han recibido poco apoyo en esta cuarentena. En el caso del municipio Sucre, Higinio Montiel, miembro del observatorio indígena Kapé Kapé, destacó que son los capitanes quienes se encargaron de tomar medidas preventivas.
El municipio cuenta con ocho etnias indígenas: yekwana, sanema, jivi, piaroa, kariña, pemón, piapoco y guajiro.
«En cuanto suministro de agua potable, las comunidades indígenas se han organizado para abrir un pozo profundo para el consumo, y un caño específico para el consumo diario de cada familia, bajo la vigilancia de los capitanes, como un plan de contingencia», explicó Montiel.
La respuesta que da Hidrobolívar es que trabajan en cuarentena en cada uno de los golfos y acueductos de la entidad, para restituir el servicio. «Ojalá llegue el agua a Curagua, para no tener que subir las escaleras cargando tobos en el edificio», son parte de las respuestas que recibe la hidrológica en las redes sociales.
Con información de Crónica Uno.