Acosado por la crisis económica y política que golpea a Venezuela y en el marco de un escenario internacionnal cada vez más adverso a su gobierno, Nicolás Maduro abre este sábado la Cumbre del Movimiento de Países No Alineados (NOAL).
Líderes de la Unidad, cientos de cuyos seguidores marcharon con cacerolas el viernes para exigir acelerar la consulta popular, dice que Maduro busca con la reunión de los NOAL “lavarse la cara” y simular que no está aislado internacionalmente.
“Hacer una cumbre y que la estrella sea (Robert) Mugabe, más que un éxito político, es una raya mundial”, dijo el vocero de la coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Jesús Torrealba, al referirse al presidente de Zimbabue como un “dictador”.
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Maduro enfrenta un gran descontento popular por la altísima inflación y la escasez de productos básicos que provoca largas colas en los supermercados para conseguir alimentos a precios subsidiados. Además ha perdido la influencia internacional.
En vísperas de la Cumbre Pero, el gobierno venezolano sufrió un revés, cuando los cuatro países fundadores del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) anunciaron que asumirán de forma colegiada la presidencia semestral del bloque que le correspondía a Venezuela.
Para mantenerse en el Mercosur, Venezuela debe cumplir con compromisos económicos, comerciales y de derechos humanos.
“Es un golpe político muy fuerte para Venezuela”, dijo a la AFP la analista Raquel Gamus, quien consideró además que la Cumbre es “de poca significación”. “Al país eso no le reporta ningún tipo de beneficios, sólo gastos”, agregó.
La Isla Margarita, ha sufrido un fuerte deterioro por la crisis. Pero estos días por la Cumbre sus calles fueron arregladas, el agua no falta, los hoteles se llenaron y desaparecieron las filas en los supermercados.
Escenario de protestas contra el gobierno recientemente, en Margarita fueron detenidas decenas de personas hace dos semanas luego de que un grupo de vecinos protestó contra Maduro con un cacerolazo cuando caminaba por el barrio de Villa Rosa.
En prevención de disturbios y para resguardar la seguridad de las delegaciones, unos 14.000 policías y militares vigilan esta semana la isla, los vuelos privados fueron prohibidos y a los aviones comerciales se les siguió un estricto control de pasajeros.
FUENTE: SUMARIUM