Eliander Bandres no había cumplido los primeros seis meses de nacido cuando le fue detectada una insuficiencia renal. A partir de ese momento, y por casi 10 años, se convirtió en una de las pequeñas caras habituales del hospital José Manuel de los Ríos, ubicado en la parroquia San Bernardino, al oeste de Caracas, donde murió en las primeras horas de este jueves 11 de julio.

Por su condición, Eliander era candidato a un trasplante de riñón que nunca llegó. La información sobre su muerte fue difundida en redes sociales por Prepara Familia, ONG que acompañó la lucha de casi una década de Erick Bandres, padre del paciente renal, por garantizarle el derecho a la vida a su primogénito, que además era su único hijo.

En sus apenas 10 años de vida, Eliander visitó casi mensualmente la sala del hospital donde recibía tratamiento sustitutivo de la función renal o hemodiálisis, procedimiento que le garantizaba una subsistencia que, por las precarias condiciones del J.M. de los Ríos, era cada vez más agónica, cuestionó Katherine Martínez, directora de Prepara Familia.

“El suministro de agua es fundamental en cualquier hospital, aún más para la diálisis, pero en el J.M. de los Ríos eso se pasa por alto. Al tanque de agua que surte a todas las instalaciones no le han hecho el mantenimiento mínimo para su funcionamiento. Desde hace más de dos años son reiteradas las suspensiones en el servicio por este problema”, recordó.

Las deficiencias en la distribución del agua es solo una parte de la lista de carencias en el centro de salud infantil más importante del país, en cuanto a dimensiones, capacidad operativa instalada y variedad de patologías atendidas.

De las 15 máquinas de hemodiálisis con las que cuenta el hospital, solo 5 están en mantenimiento, con esos equipos se debe atender a niños que viajan desde todas las regiones del país, a un ritmo de un tratamiento por niño cada dos días.

El deterioro de la salud del menor ocurrió a la par de la crisis por la sostenida desinversión en mantenimiento de la red hospitalaria, las prolongadas irregularidades en la dotación de insumos y la falta de medicinas que atraviesa el país y cuyo origen ha sido denunciado por ONG como Coalición de Organizaciones por el Derecho a la Salud y la Vida (Codevida) desde el año 2014.

Desde el año 2017 se han registrado 11 muertes relacionadas directamente con deficiencias en el servicio de Nefrología del J.M. de los Ríos. El fallecimiento de Eliander se suma a los de Mariángel Romero, el 2 de enero; Frandyson Torrealba, registrada el 8 de enero; Harold Alcalá, quien falleció el 25 de enero; Víctor Pacheco, 18 de febrero; y Nohemí Oliveros, 7 de marzo. Todos estos decesos ocurrieron entre enero y marzo de este año.

No obstante, el total de pacientes renales crónicos en el referido hospital asciende a 24, desde hace dos años, justo cuando se denunció un brote infeccioso por una bacteria que contaminó el área de asistencia renal del pediátrico.

Con información de El Pitazo

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