No hay estadísticas oficiales disponibles, pero para quienes viven en la ciudad, el incremento de niños y adolescentes en las calles es una realidad tangible. Leonardo Rodríguez, director de la Red de Casas Don Bosco, mide este aumento a través de la atención que ofrece el programa de la organización Patio Abierto, ubicado en Sarría: cuando en 2013 asistían al centro 5 menores de edad al día, actualmente pueden llegar hasta 16.

Durante el foro “¿Por qué los niños protestan en las calles?”, realizado ayer en la sede de Cecodap, el abogado precisó que entre septiembre de 2016 a junio de este año el programa atendió a 83 niños y adolescentes que tienen a disposición las instalaciones para asearse, comer y recrearse. “Este es un número alto, nos alarma”, dijo.

Niños y jóvenes también están llegando cada vez con menos edad a las calles. Quienes entre 2003 y 2007 asistían a Patio Abierto tenían en promedio 15 años de edad, mientras que ahora son de 11 años. La mayoría tienen familias y reportan que visitan eventualmente a sus hogares.

Rodríguez indicó que si bien en años anteriores los niños y jóvenes no iban en búsqueda de comida como la primera opción en Patio Abierto, porque preferían lo que les daban en las calles, recientemente ha aumentado la demanda de alimentación.

Advirtió que han identificado a los niños que dejan de ir al centro de atención porque permanecen en zonas como Altamira, en el municipio Chacao, donde en el contexto de manifestaciones ciudadanas la gente les regala comida, zapatos, ropas y juguetes.

La mayoría de esa población atendida por la Red de Casas Don Bosco dice que tiene al menos dos años fuera del sistema escolar y se han retirado de las aulas entre quinto, sexto y séptimo grado del subsistema de educación básica.

Gloria Perdomo, presidente de la Fundación Luz y Vida, destacó que las dificultades para el acceso a la alimentación es una de las causas de la vulneración del derecho a la educación: “El hecho de que los niños y jóvenes no tengan comida en sus hogares no solo genera inasistencias, sino deserción, porque se van a la calle a buscarla”.

Ilvana Martíns, de Aldeas Infantiles; Luis Zambrano, defensor de NNA; Carlos Trapani, coordinador general de Cecodap, y Susana Raffalli, nutricionista que trabaja con Cáritas Venezuela, expusieron sus consideraciones sobre la vulneración de los derechos a la protesta y a la alimentación de niños y jóvenes, así como las fallas en el Sistema Nacional de Protección.

Los especialistas coincidieron en las fortalezas del marco legal en Venezuela, pero insistieron en destacar la ausencia de políticas públicas orientadas a la atención de niños, niñas y adolescentes y de la familia.

Fuente: El Nacional
Fecha: 23 de junio de 2017

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