La sede de la Unidad Educativa José Ramón Álvarez, ubicada en la parroquia Mataruca del municipio Colina en el estado Falcón, se encuentra en pésimas condiciones, debido al colapso de su infraestructura, que tiene las paredes agrietadas, aulas con techos podridos y pupitres destartalados donde los estudiantes se sientan y reciben clases.

La escuela necesita con urgencia de mantenimiento, según lo señaló un grupo de padres y representantes que prefirió resguardar su identidad por temor a algún tipo de represalia contra sus representados. Esta situación dificulta el proceso de enseñanza y aprendizaje cuando los docentes y los mismos alumnos temen que el techo de algunas de las aulas se les venga encima, ya que están podridos y son nido de palomas y murciélagos.

Estudiar en una escuela destartalada, con mobiliario roto, con salones sin ventanas, con las pocas mesas y sillas existentes en mal estado, insalubridad en los sanitarios, aunado al poco suministro de agua que reciben de camiones cisternas, influye directamente –según acotaron los representantes-, en el bajo desempeño académico de los menores.

Por ser una escuela con dos turnos, diurno y vespertino, cuenta con dos directores a quienes los denunciantes solicitan hacer el máximo esfuerzo y las gestiones pertinentes para que, en conjunto, representantes, padres y personal docente puedan lograr que las condiciones de la unidad educativa mejoren y, a su vez, en las que reciben clases los niños.

De igual forma, hicieron un llamado de atención a las autoridades, tanto municipales como regionales, para que se avoquen a dar respuesta a la situación presentada. También instaron al Consejo Municipal de Derechos del Niño, Niña y del Adolescente (Cmdnna) para que constate las condiciones en las que estudian estos niños para garantizar así su derecho a la educación en condiciones adecuadas, que les permitan su sano crecimiento y protección.

Con información de El Pitazo

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