Tras el ajuste del precio de la carne en bolívares soberanos, la proteína desapareció de los establecimientos comerciales del municipio Piar, generando zozobra y malestar en la población.
Marta Rondón, habitante de Upata, aseguró que algunas carnicerías venden la carne pero a menor escala, dejando a la población a la expectativa.
“Comprar la carne se ha convertido en un desafío y es costoso”, destacó la mujer, quien agregó que en operativos es cuando se puede adquirir a precio regulado.
Agregó que “lo más lamentable es que no se consigue por punto de venta sino con efectivo”; pero también acotó que las autoridades del municipio no hacen nada.
Por su parte, Oswaldo Jiménez apuntó que no hay solución a la crisis económica que atraviesa el país desde hace varios años.
“Con el sueldo mínimo llevado a 1.800 soberanos es imposible vivir con un estilo de vida de calidad”.
Con información de Primicia.com