Juan Carlos Montesinos, presidente de Avaf, afirma que ya se observa un 20 % de aumento en los precios de los comestibles. “70 % de los venezolanos no está consumiendo proteína animal, porque su poder adquisitivo se ha disminuido”, señaló.
En Venezuela, 75 % de los alimentos procesados que consumimos son importados, aunque exista la percepción de que lo que está en los anaqueles de abastos y supermercados son productos nacionales. La realidad es que son envasados y etiquetados como propios en el país, pero no producidos con esfuerzo local.
Esa es la premisa de la que parte Juan Carlos Montesinos, presidente de la Asociación Venezolana de Agricultura Familiar, para advertir que la distribución nacional de alimentos está en alerta naranja; es decir, en niveles de riesgo alto. “Nuestra economía de puerto comienza a sufrir los efectos de la guerra en Ucrania. Se observa ya el encarecimiento de los precios”, argumenta.
Considera que ya se inició una inflación moderada. “Actualmente, tenemos un 20 % de aumento en los precios de los alimentos. Eso puede ir subiendo paulatinamente, porque todavía no hemos llegado a pagar el costo del aumento de los precios de los alimentos en el mercado externo. Cuando estos lleguen al país ya veremos cuánto va a ser el impacto en el bolsillo del venezolano”, sostiene.
Desde el momento en que Rusia invadió a Ucrania, el pasado 24 de febrero, los precios del petróleo se dispararon. Estos llegaron al inicio del conflicto a 130 dólares l barril y, a juicio de Montesinos, trajo como consecuencia el aumento de los combustibles fósiles – diésel y gasolina- y, por ende, el alza de los precios de los fletes marítimos.
Montesinos dijo a El Pitazo que descarta, por lo menos para el próximo trimestre, una aguda escasez de alimentos. Lo que veremos, dijo, serán establecimientos con inventarios sin posibilidad de que los consumidores tengan acceso a los productos.
El líder agrícola afirma que antes del inicio del conflicto bélico cerca de 70 % de los venezolanos no estaba consumiendo proteína animal, porque su poder adquisitivo está cada vez más disminuido y, por supuesto, le cuesta muchísimo más comprar un kilo de carne, adquirir un cartón de huevos.
“Es una ilusión creer que todos tenemos acceso a esos alimentos. Lo que seguirá ocurriendo es que habrá productos más caros y menos gente que los pueda comprar”, declara.
Hubo una mejoría
Montesinos valora que haya habido una mejoría en los niveles de la producción primaria de alimentos, como lo reflejan los propios gremios agrícolas en sus estadísticas, pero observa que ese esfuerzo se diluirá si el gobierno no toma las medidas correctas durante los ciclos de siembra programados.
Reconoce que la producción de frutas, hortalizas, verduras y tubérculos creció entre 10 % o 20 %, en parte por las medidas silentes del gobierno sobre la liberación de precios de alimentos y el libre comercio de divisas. Recalca que esto permitió que los productores y el sector privado pudieran importar libremente fertilizantes, semillas, insumos y maquinarias. “Ese incentivo permitió que hubiese, en tiempos pandemia por el coronavirus, un aumento de la producción de alimentos en el país”.
Con información de El Pitazo