Doctoras, maestras e ingenieras venezolanas han decidido prostituirse en Colombia para adquirir alimentos y enviarlos a sus familiares en Caracas ante la crisis económica y política que vive el país.
Dayana, de 30 años y con cuatro hijos, era administradora en una planta de procesamiento de alimentos en las afueras de la capital venezolana. Destacó que la empresa desapareció cuando el gobierno tomó el control de la misma.
Buscando sustentar a su familia, Dayana llegó al país vecino para buscar trabajo. Debido a lo difícil que es adquirir el permiso laboral y la necesidad de sobrevivir, decidió prostituirse en Bogotá.
A pesar de que la ganancia en la capital colombiana era buena, decidió mudarse a Arauca, en la frontera con Venezuela. Desde allí le era más fácil enviar alimentos a sus hijos.
La venezolana resaltó que en una noche productiva puede ganar entre $ 50 hasta $ 100. “Obviamente la prostitución no es un buen empleo. Pero estoy agradecida de haberlo encontrado, porque me permite comprar comida y mantener a mi familia”, expresó.
La prostitución en Colombia es legal, así que las mujeres que frecuentan la zona de burdeles dicen que rara vez se ven atormentadas por la policía.
Fuente: El Nacional / El Nuevo Herald
Fecha: 25 de septiembre de 2017