En el año 2020 dos epidemias azotaron al país: la epidemia del Covid-19 y la epidemia de la violencia. La epidemia de la violencia en 2020 resultó once veces más letal que la del coronavirus.
El año 2020 fue un año atípico en muchos aspectos, y lo ha sido tanto, que ha llevado a las ciencias sociales a reconsiderar muchas interpretaciones sobre la dinámica de la criminalidad y del poder.
En ese sentido y luego de diecisiete años consecutivos de censura oficial, el Observatorio Venezolano de Violencia (OVV) vuelve a ofrecer su reporte anual sobre la situación de violencia en el país.
La observación de violencia
Venezuela se mantiene en el año 2020 como uno de los países con mayor número de muertes violentas en la región y en el mundo.
Este año cierra con un estimado de al menos 11.891 fallecidos y una tasa de 45,6 muertes violentas por cada cien mil habitantes, muy por encima de cualquiera de los otros países considerados violentos en América Latina.
Esta tasa es el resultado de los tres tipos de muertes violentas que consideramos son los componentes de la violencia letal en la sociedad.
En 2020 ocurrieron 4.153 homicidios cometidos por los delincuentes, para una tasa de 15,9 víctimas por cada cien mil habitantes.
Se contabilizaron 4.231 muertes catalogadas por las autoridades como resistencia a la autoridad, las cuales fueron homicidios cometidos por los cuerpos de seguridad del Estado, por un uso excesivo de la fuerza o mediante ejecuciones extrajudiciales, con una tasa de 16,2 víctimas por cada cien mil habitantes.
Y pudimos estimar que hubo al menos 3.507 muertes de intencionalidad indeterminada, registradas oficialmente como averiguaciones de muerte, y que consideramos son homicidios que permanecen sin aclarar y muchas veces sin investigar, y cuya tasa estimada es de 13,4 víctimas por cada cien mil habitantes.
Los resultados muestran una importante disminución en el número y en la tasa de muertes violentas en comparación con el año 2019.
Con información de Observatorio Venezolano de Violencia