La crisis eléctrica en Venezuela sigue profundizándose y el tiempo sin el servicio ronda entre las 2 hasta8 horas continuas en algunas regiones. El colapso del servicio es parte de los cuestionamientos diarios que hacen los habitantes casi todo el territorio nacional, pero con especial incidencia en Zulia, Táchira, Mérida, Trujillo, Barinas, Lara, Falcón y Nueva Esparta
Desde el inicio de la segunda semana de junio, los reportes de los usuarios indican que las fallas eléctricas han aumentado en el centro y oriente de Venezuela y coincide con el aumento de las lluvias, pero no constituye por sí sola una explicación de la crisis eléctrica en Venezuela.
Al mirar el historial de la crisis eléctrica en el país se puede notar que el declive sostenido viene desde el año 2008. Justamente, seis años antes, es decir, en el 2002, el fallecido presidente Hugo Chávez ordenó congelar el costo de las tarifas del servicio eléctrico, y este puede ser el origen de la falta de inversión al no ser inyectado el recurso necesario para mantener la compleja estructura que para el 2002 estaba operativa.
En el 2008 la crisis se acentuó y se hizo evidente con los cuatro apagones a nivel nacional que se registraron solo en el mencionado año.
Sequía: argumento inicial de la crisis eléctrica
La sequía fue el argumento que sostuvo el gobierno como el motivo de la crisis. Esta tesis también fue sostenida por especialistas en la materia y la campaña mediática que mostraba de forma constante la represa del Guri en el estado Bolívar en estado crítico de su nivel de agua sustentó las aseveraciones del gobierno.
Inmediatamente, en el 2009 vinieron las restricciones de consumo de energía eléctrica en todos los sectores de la vida económica y social de la nación.
En el 2010,se decretó la emergencia eléctrica y se aprobó una ley Orgánica del Sistema y Servicio Eléctrico Socialista que prohibió la participación privada. Acto seguido, todas las empresas eléctricas desaparecieron al ser integrados a una sola empresa: Corpoelec.
No hay que dejar de mencionar los dos grandes apagones nacionales del 7 de marzo y 22 de julio de 2019. En varias regiones del mapa nacional pasaron hasta 7 días sin el servicio. En ambas ocasiones el gobierno recurrió a la tesis, no comprobada aún, de ataques cibernéticos a las centrales eléctricas del Guri y del centro del país.
Politización y desprofesionalización
A lo largo de los últimos diez años y los primeros seis meses del 2021, especialistas en temas eléctricos han argumentado varios elementos para explicar el declive del sistema eléctrico nacional.
Desprofesionalización de la industria.
Abandono de la planificación (corto, mediano y largo plazo) en materia de operación, mantenimiento y expansión del sector.
Abandono de los criterios técnicos y económicos para tomar decisiones.
Partidización de todas las estructuras organizativas de Corpoelec.
Abandono de la «calidad de servicio» como criterio fundamental.
Abandono de la gestión comercial que redujo los ingresos y favoreció el aumento de pérdidas no técnicas.
Corrupción que devoró miles de millones de dólares.
Dependencia del sistema hídrico del estado Bolívar
De acuerdo con el portal corpoelec.gob.ve el 62% del portencial eléctrico está instalado en el estado Bolívar: Guri, Caruachi y Macagua, sobre el río Caroní.
“Otro 35% de la generación de electricidad proviene de plantas termoeléctricas, y casi un 3% corresponde al sistema de generación distribuida, conformada por grupos electrógenos”, reseña la web de Corpoelec.
Existe opacidad de la capacidad de generación eléctrica real expresado en megavatios, pero varios expertos coinciden que solo el estado Bolívar debería generar 15.000 megavatios.
El resto, se supone que se genera en las cinco hidroeléctricas se encuentran en la zona andina: Planta Páez, San Agatón, La Vueltosa (Uribante-Caparo), Peña Larga y Masparro, con una capacidad instalada de generación de aproximadamente 1.100 MW.
Con información de Radio Fe y Alegría