Elecciones de concejales, nuevos días feriados de carnaval y las recientes fallas eléctricas que afectaron al país han ocasionado la pérdida de 19 días de clases en lo que va del año escolar 2018-2019, de acuerdo con el seguimiento que realiza el Observatorio de Educación de Venezuela.
Solo en marzo y los dos primeros días de abril de 2019, los niños y adolescentes se ausentaron 12 días de los salones a causa de los megaapagones. Fue entonces cuando el Gobierno de Nicolás Maduro anunció una “reprogramación del calendario” de actividades, pero en la práctica solo alargó solo tres días el cierre del año escolar.
De acuerdo con la información publicada por el Ministerio de Educación en septiembre del 2018, el período académico actual culminaba el 22 de julio de 2019, fecha en la que ya los planteles debían haber enviado las notas finales para elaborar los títulos de promoción de las distintas etapas, incluyendo los de bachiller.
Para el resto de esa semana estaban agendados los actos de graduación de educación media. Luego, los días 29 y 30 sería el turno de estos actos para primaria.
Este martes, 2 de abril, Aristóbulo Istúriz anunció que como parte de los ajustes, ahora el año escolar terminaría los días 25 y 26 de julio. También informó que las graduaciones de educación media y técnica general se realizarían entre el 29 y 31 de ese mes.
A juicio de la profesora Olga Ramos, miembro del Observatorio y de la asociación civil Asamblea de Educación, las medidas gubernamentales no representan una verdadera recuperación del tiempo para garantizar el aprendizaje de los contenidos en cada etapa, sino que se traduce en una “compresión” del calendario.
Inconsistencias
En su alocución, Istúriz mencionó que el segundo lapso (el cuál se vio más afectado por la pérdida de clases) finalizaría el 11 de abril. Sin embargo, posteriormente fue enviado a redes de docentes un mensaje de la viceministra Rosángela Orozco que indicaba que el segundo lapso cerraría el 25 de abril, lo cual implicaría una recuperación de 11 días de actividades académicas.
“En la versión original del calendario el cierre de los proyectos de aprendizaje (del segundo lapso) era del 10 al 12 de abril, por lo que a menos de que se vaya a trabajar en Semana Santa, solo se agregan cuatro días a lo programado”, cuestionó Ramos en su cuenta de Twitter.
“Sin extender las actividades escolares para agosto, no hay sino un acomodo y reorganización de fechas, no hay real ‘recuperación’ del tiempo perdido”, añadió.
Actividades en agosto
La profesora cuestionó que de cara al reinicio de las clases las escuelas aún no hubieran recibido las orientaciones para la reprogramación. Opinó que las autoridades no han sido claras respecto a las fechas por lo que deduce que se aplicarán dos caminos: o bien comprimir el tiempo que debe ser destinado para actividades de planificación, consejos de docentes y de evaluaciones, o que se reduzcan los contenidos a impartir.
“Me pregunto, si se comprimen los contenidos a los que consideren los más importantes, ¿para qué el resto de los objetivos están dentro del programa?”, dijo.
Ramos destacó que en cualquiera de los casos se hace una sobrecarga al trabajo docente y también a los alumnos con una carga importante de trabajos para la casa que permitan culminar casi en el mismo tiempo previsto. “Debería trabajarse los primeros días de agosto para hablar de una verdadera extensión del calendario”, opinó.
Con información de Efecto Cocuyo