La Red por los Derechos Humanos de los Niños, Niñas y Adolescentes y el Centro Comunitario para el Aprendizaje presentaron ayer ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos los efectos de la crisis venezolana en la niñez, haciendo especial énfasis en la salud y la alimentación.

En el marco del 163 período de sesiones de la CIDH, que se desarrolla en Lima, Katherine Martínez, directora de la ONG Prepara Familia, y Carlos Trapani, coordinador general de Cecodap, destacaron el problema de la Unidad de Hemodiálisis del hospital J. M. de los Ríos, donde han fallecido tres niños. La madre de uno de ellos, Judith Bront, relató su caso.

La comisionada Esmeralda Arosemana de Troitiño señaló que los niños y adolescentes venezolanos están siendo afectados de manera salvaje por la situación que vive el país. “No hay duda de que la crisis que está viviendo el pueblo de Venezuela –una crisis económica, social, política y humanitaria– impacta de una manera brutal los derechos de niños, niñas y adolescentes”, afirmó.

Katherine Martínez reveló que los fallecimientos de niños llegaron a 11.466, lo que representa un incremento de 30% entre los años 2015 y 2016. Dijo que 756 mujeres murieron al momento del parto, lo que significa un salto de 65,79% con respecto a 2015.

“La crisis hospitalaria nacional, en términos de infraestructura, medicamentos, insumos y déficit de personal especializado, impide responder apropiadamente a los problemas de salud que afectan a la niñez y la adolescencia”, destacó.

Advirtió que los tribunales de la República se han negado a resolver a favor de los niños y niñas por la escasez de medicinas: “El 25 de enero de 2016 Cecodap solicitó al tribunal de protección emitir medidas preventivas anticipadas frente al desabastecimiento de medicamentos esenciales para niños, niñas y adolescentes. Lamentablemente, en dos tribunales y enla Sala de Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia negaron las medidas con el argumento de que no hay pruebas fehacientes que indiquen un desabastecimiento, que son las familias las encargadas de garantizar ese acceso y que el decreto de emergencia económica emitido por el Ejecutivo es una medida de política pública para proteger a la niñez”.

Martínez alertó sobre el desabastecimiento de vacunas y señaló que persisten severas limitaciones en medicamentos e insumos indispensables para la atención de los pacientes en el J. M. de los Ríos. “Todos los servicios sufren las penurias de no contar con lo necesario para ofrecer una atención médica de calidad”, aseveró.

Aclaró que si para 2007 el centro de salud disponía de 332 camas, en 2016 solo contaba con 153 operativas, una disminución de 53,9%. La deuda quirúrgica hospitalaria calculada es de 5.000 pacientes.

Los niños que están hospitalizados no tienen posibilidad de hacerse exámenes de laboratorios porque no hay reactivos, tampoco exámenes de rayos X, resonancias ni tomografías. Suspendieron la diálisis peritoneal y los trasplantes.

Destacó que 12 niños de la sala de Nefrología se han infectado con las bacterias klebsiella, estafilococos y pseudomonas. “Los tres tanques del hospital presentan coliformes fecales en valores muy altos, según un estudio realizado por la Universidad Simón Bolívar”, sostuvo.

Aseguró que al menos desde 2014 los pacientes atendidos en el hospital han denunciado esta situación sin obtener respuestas ni soluciones concretas e inmediatas por parte de las autoridades.

Y aunque en el año 2006 se inauguró el Hospital Cardiológico Infantil para la atención de niños y adolescentes con cardiopatías congénitas, Martínez indicó que la capacidad resolutoria y operativa de casos ha ido disminuyendo significativamente: “En 4 años la cifra de niños y adolescentes intervenidos en este centro cayó en 511 casos”.

Testimonio

Judith Bront, madre de Samuel Alejandro Becerra, de 12 años de edad, quien falleció el 11 de mayo, estuvo presente en la sesión para relatar lo vivido con su hijo, que se contaminó en la Unidad de Hemodiálisis del J. M. de los Ríos.

“Desde que nació fue diagnosticado con una insuficiencia renal crónica. Toda su vida fue atendido en el hospital de niños J. M. de los Ríos. Había venido evolucionando bien con su tratamiento. Asistía a dializarse 3 veces por semana, en un esquema que ya tenía 9 años. El 26 de marzo lo hospitalizaron porque presentaba una infección en el catéter de la hemodiálisis, al igual que 18 pacientes de los 24 que para ese momento teníamos en la Unidad de Hemodiálisis”, contó.

Afirmó que Samuel Becerra comenzó a recibir los antibióticos, aunque no con la continuidad necesaria porque lo poco que llegaba al hospital era a través de donaciones y casi todo por gestión de las mismas madres de los pacientes: “No mejoraban.La Unidad de Hemodiálisis se convirtió en una pesadilla. Los niños no querían entrar. Tenían fiebre y dolores en las articulaciones que ni siquiera con analgésicos mejoraban”.

Señaló que alertaron a las autoridades del hospital y a la Defensoría del Pueblo. Se entrevistaron con personal del Ministerio de Salud: “Nunca recibimos respuesta. El 3 de mayo falleció el primer paciente, Raziel Jaure, de 10 años de edad, que a pesar de que no era de estos 18 niños que sabíamos estaban contaminados, posteriormente a través de unos cultivos se determinó que también estaba infectado con la misma bacteria. El 11 de mayo falleció mi niño Samuel y ocho días después, el 17 de mayo, falleció Wilfred Jiménez”.

Debido a esta situación, en el J. M. de los Ríos lavaron los tanques de agua, aunque Judith Bront desconoce si la limpieza se hizo según los protocolos indicados. “Nuestros niños siguen allí contaminados. A los que pesan más de 30 kilos los han llevado a otras partes y el resto –porque no hay otra unidad para dializarlos– sigue allí esperando. Nuestros niños están sufriendo mucho”, concluyó.

Otros datos

Carlos Trapani, coordinador general de Cecodap, señaló que la violencia se ha convertido en un problema de salud pública. Resaltó que la tasa de homicidios de adolescentes es una de las más altas de la región. Dijo que es preocupante la ausencia de políticas públicas para atender el problema.

Condenó el uso de niños en las protestas. Advirtió que muchos asisten en busca de comida, lo cual evidencia que hay una crisis real que se debe atender.

Informó que a junio de 2016 la situación nutricional ha empeorado vertiginosamente: 12% de los niños en zonas urbanas presenta déficit nutricional. “Datos recientes de Cáritas Venezuela indican que para el último semestre de 2016 los índices de desnutrición aguda para menores de 5 años son de 9%”, resaltó.

Destacó que las cifras de desnutrición se han triplicado en los últimos tres años.

Disminuyó la capacidad del Estado

Larry Devoe, representante del Estado ante la CIDH, expresó su solidaridad con Judith Bront por la muerte de su hijo. “Quisiéramos hacerle saber que esos hechos que sucedieron en el J. M. de los Ríos están siendo sometidos a investigación por todas las autoridades. Tenemos el compromiso de asegurar el derecho a la salud y la vida de todos los niños y niñas de nuestro país”, aseguró.

Advirtió que Venezuela presenta dificultades desde el punto de vista económico. Dijo que la principal causa es la disminución en los precios del petróleo, pero también “una serie de acciones dirigidas a perturbar el funcionamiento de la economía” que disminuyeron la capacidad del Estado para atender temas tan fundamentales como la alimentación.

Señaló que, a pesar de todo, el Estado priorizó la atención en lo social, lo que se demuestra en que 74% del presupuesto de 2016 estuvo destinado a la inversión social.

En cuanto a alimentación, defendió los comités Locales de Abastecimiento y Planificación como respuesta inmediata a una coyuntura de dificultades. Afirmó que en junio se beneficiaron de la bolsa de alimentos 3.819.350 hogares.

Devoe subrayó que en relación con la salud tomaron importantes medidas para atender los efectos de lo que llaman “guerra económica”: se inició un plan de rehabilitación de quirófanos e infraestructura y un programa masivo de intervenciones quirúrgicas a partir de los datos que aportó el carnet de la patria.

Puntualizó que la oposición utiliza niños y adolescentes en las protestas, con la complicidad de sus dirigentes.

Fuente: El Nacional

Fecha: 6 de julio de 2017

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