Un informe elaborado por la oficina del coordinador residente en Venezuela, con el apoyo de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (Ocha) y el Grupo de Coordinación Intersectorial (Unete), aseguró que la situación humanitaria en Venezuela agudizó con el apagón nacional ocurrido en marzo.

“La situación humanitaria se vio aún más afectada por los cortes de electricidad en marzo, que dejaron a todos los estados del país sin electricidad”, reza el documento, divulgado el pasado 18 de mayo.

El informe agrega: “Otros servicios como el agua, la educación, la atención de salud, el suministro de combustible y las telecomunicaciones también se vieron afectados, así mismo en algunas zonas se registró un aumento de la inseguridad. Los estados ubicados a lo largo de la frontera fueron los más afectados, entre ellos Zulia, Táchira y Bolívar con muchos hospitales que no cuentan con generadores en pleno”.

Desde el pasado 7 de marzo, Venezuela registró tres fallas eléctricas que dejaron a oscuras a todo el país por varios días. Nicolás Maduro atribuyó el corte de luz a “sabotajes” orquestados por Estados Unidos con apoyo de la oposición; mientras que trabajadores de la Corporación Nacional Eléctrica (Corpoelec) señalaron que la contingencia se produjo por fallas la central hidroeléctrica de El Guri del estado Bolívar.

Cierre de fronteras

Adicional al apagón nacional, el coordinador residente en Venezuela resaltó que el cierre de las fronteras del país, medida ejecutada por Maduro el 23 de febrero, afectó la “subsistencia y el bienestar” de la población de los estados Amazonas, Apure, Bolívar, Táchira y Zulia.

“Muchas comunidades de estas zonas dependen tradicionalmente del empleo, comercio y servicios transfronterizos como los suministros médicos y la educación. El cierre de las fronteras también ha obligado a que las personas utilicen cruces informales, aumentado su vulnerabilidad a los riesgos de protección”, destaca.

Contigencia por apagón nacional

El informe detalla que, tras el apagón, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) envió seis plantas eléctricas, donadas por el Programa Mundial de Alimentos, a diferentes hospitales priorizados del país para beneficiar a 24.000 personas.

Entre enero y marzo, más de 28.000 personas fueron apoyadas con acceso a agua potable y suministros de productos de higiene, especialmente en zonas de Táchira y Zulia. También se han distribuido tabletas de purificación de agua en localidades que quedaron afectadas por los cortes de electricidad.

Unicef también evaluó las necesidades de agua, saneamiento e higiene en 15 hospitales que, actualmente, están adquiriendo productos de limpieza para garantizar la asepsia de los centros de salud.

La agencia suministró agua potable a 1.438 niños en cuatro centros de protección durante diez días y, además, instaló ocho tanques para almacenar agua de capacidad de 1.500 litros en cuatro hospitales.

Asistencia sanitaria

Adicionalmente, en el documento se menciona que la Unicef ha entregado, en estos últimos cuatro meses de 2019, 176.000 dosis de vacunas contra el sarampión, las paperas y la rubéola y 6,7 millones de dosis de vacunas contra la difteria destinadas a la población infantil menor de cinco años.

También señaló que la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/Sida (ONUSida) distribuyó 1,6 millones de tabletas en farmacias del Ministerio de Salud, ubicadas en los 24 estados del país, con el objetivo de reactivar el tratamiento de unas 30.000 personas con condición de VIH en los próximos meses.

La OPS suministró 135,6 toneladas de medicinas e insumos para los pacientes afectados por enfermedades y esperan que 89 toneladas restantes sean distribuidas en la red hospitalaria.

Hasta abril, la agencia de la ONU entregó 189.000 tratamientos para prevenir la desnutrición en niños menores de cinco años en situación de riesgo y suministró alimentos terapéuticos y listos para el consumo para infantes con desnutrición grave y aguda y micronutrientes con polvo para embarazadas y lactantes.

Desde 2017, la ONU ha duplicado su personal en el país para ofrecer asistencia a la población venezolana. Hasta el pasado mes de abril, el organismo contaba con 422 funcionarios en Venezuela, y estableció centros regionales de coordinación en cinco ciudades del país.

La estrategia de escalamiento de la ONU ha recibido recursos por el orden de 61,5 millones de dólares para atender las diferentes áreas priorizadas en el marco de la Plan de Respuesta Humanitaria que coordina el Ecca.

Con información de El Pitazo

Ir a la barra de herramientas