En medio de condiciones que deterioran aún más su salud, los pacientes oncológicos de Táchira viven a la espera de un milagro que les permita recibir los tratamientos otorgados por el IVSS para mejorar su calidad de vida. El retraso en la llegada de las medicinas a la entidad ha derivado en la necesidad de que estos duerman en las afueras del recinto asistencial.
La vida de los pacientes oncológicos en el estado Táchira, al igual que en el resto del país, no es nada fácil. Colas, abusos y falta de atención, así como humillaciones son parte de su cotidianidad.
Y es que esperar por una ayuda gubernamental los deja a veces tan agotados que mueren sin ver soluciones o al menos, paliativos para sus necesidades.
Recientemente, los pacientes oncológicos tachirenses protestaron ante el retardo del camión que transporta a la entidad las medicinas de alto costo, que se entregan en las farmacias del Hospital Patrocinio Peñuela Ruíz del Seguro Social.
Los pacientes reclamaban que desde hace unos dos meses la cava no llegaba. Todas las semanas los pacientes iban al centro con la esperanza de ver el camión, pues en el mismo traen las medicinas necesarias para completar las quimioterapias o las terapias requeridas para evitar que el cáncer regrese.
Esta semana se les hizo el milagro. La cava por fin llegó, pero esto, más allá de la felicidad que pudo darles de manera momentánea, fue una verdadera pesadilla. La carrera por sus medicinas comenzaba.
A través de grupos de WhatsApp creados por ellos mismos, se corrió la información de la llegada de las medicinas a la entidad. La lista de los tratamientos que habían llegado y los que no, circulaba como pólvora en estos grupos, cuyos integrantes, desesperados, pues algunos ya tenían tratamiento vencido, preguntaban si alguien estaba en el Seguro Social para que averiguara más detalles.
Pero todo no quedó allí. La falta de personal en el área de la salud afecta también el despacho de estas medicinas. Por ello los pocos que quedan, atienden a un número muy reducido de pacientes oncológicos, lo que genera que muchos, o casi todos, se vean en la penosa labor de pernoctar desde el día anterior para recibir sus medicinas.
Dada la cantidad de pacientes oncológicos en espera, todo se convirtió en un caos. Belinda Quintero, presidenta de la ONG Lucha y Vida, informó que el primer día de despacho había 70 personas, pero solo atendieron a 40.
Es demasiada la gente que está esperando sus medicinas. Por eso toca organizarnos con listas. Mañana atenderán 30 y la gente hace sus listas para organizarse porque no hay personal tampoco para atender a tanta gente en un día. Desde ayer nos organizamos las 40 personas que nos van a atender hoy. Ya nos dieron el número”, dijo.
En medio del sereno
Esas 70 personas pasaron la noche en la entrada del hospital del Seguro Social. Unos en las sillas, otros en sus carros. Cada uno sabía qué número le correspondía, pero debían permanecer en el lugar, ya que entre ellos mismos pasaban lista cada cierto tiempo. Esto causó molestia entre los pacientes que no pudieron llegar. Unos se negaban a hacer las listas y se apegaban a la norma de ser atendidos por orden de llegada.
Aunado al hecho de padecer una enfermedad que les roba la vida, el trato que reciben no es el más digno.
Todo esto para mí es una pesadilla, estar con cáncer y no tener los medicamentos ni la consideración del Gobierno en hacernos llegar de buena manera el tratamiento, para mí es una pesadilla”, dijo Elda Contreras.
Mauricio Rosales, otro paciente, aseguró que esto es algo atípico, pues al haber durado dos meses sin llegar el tratamiento, la cantidad de personas era mucho mayor.
“Esto es una situación atípica que asistieron y se quedaron desde ayer… esperemos que se normalice esta situación”.
Liseth Urbina, quien tiene a su madre enferma de cáncer, aseguró que esas listas deben hacerse de manera adecuada y ajustadas a la realidad. “Hay que ser conscientes. Hay mucha gente que viene fuera de la ciudad y entonces no podrán retirar sus medicamentos… esto se salió de las manos”.
Los pacientes oncológicos tachirenses esperan que la situación mejore para la llegada del siguiente camión, que ruegan sea en diciembre próximo, ya que cada 21 días corresponden las quimioterapias en la mayoría de los casos y por experiencias vividas, el año pasado solo llegaron las medicinas de noviembre y el tratamiento correspondiente a diciembre llegó en enero de este año.
Con información de Crónica Uno