Los pacientes renales que reciben atención de la unidad el Centro de Nefrología del estado Sucre C. A, Cenesuca, dependiente del Instituto Venezolano de los Seguro Social (IVSS), tienen que sortear para recibir el tratamiento adecuado de hemodiálisis.

La realidad de los pacientes registrados en Cenesuca, en Cumaná, no es distinta a la que padecen quienes reciben atención en la unidad  doctor José Maza Carvajal del Hospital Universitario Antonio Patricio de Alcalá (Huapa)), principal centro médico asistencial de la capital sucrense.

Mientras que en el Huapa de las 12 máquinas dispuestas para la atención de 49 pacientes renales mensual solo funcionan 7, en Cenesuca de 16 máquinas, están operativas 12,  es decir, que están fuera de servicio 4, además de la que estaba destinada para emergencia, porque están registrando fuga de sangre.

Así lo denunció el señor Alexis Bellorin, paciente renal de 72 años de edad, que recibe tratamiento de hemodiálisis desde hace 6 años en el referido centro.

Pero hoy reclama la atención de los medios dada la indiferencia de los entes del estado porque “ante nuestra urgencia, todos se hacen de la vista gorda”.

“Aquí somos 48 pacientes que estamos a merced de las fallas de las máquinas, la intermitencia de la luz y la insuficiencia de agua, son en definitiva condiciones que ponen en riesgos nuestras vidas”, dijo.

El centro contaba con una planta eléctrica para sortear las fallas del flujo eléctrico, pero no está en funcionamiento porque se robaron la batería; mientras que el suministro de agua se ve afectado porque no cuentan con una bomba para que llegue con fuerza. Hidrocaribe  responde que la falla del servicio se debe a una interrupción de la toma principal que aún no resuelve.

Bellorin reveló que en el caso de Cenesuca los 48 pacientes atendidos diariamente, en tres turnos; a razón de 16 pacientes por turno, todos reciben el tratamiento incompleto.

El requerimiento de atención médica adecuada establece  4 horas interdiarias y en Cenesuca, pero afirmó:“Estamos recibiendo un tratamiento extremo, porque estamos conectados a la máquina sólo 2 horas y por supuesto, esto juega en contra de nuestra salud”.

La disposición de solo dos horas de tratamiento es la forma de que “todos” reciban el tratamiento para extraer las toxinas de la sangre ante la insuficiencia renal. “No basta la buena intención de atendernos a todos porque igual no se está haciendo la limpieza adecuada de la sangre y terminamos todos descompensados y cansados”, agregó, Bellorin, que fungió como vocero de los pacientes que son atendidos en Cenesuca.

Reducir la jornada de tratamiento no es salida, aseguran los familiares de los pacientes que esperan angustiados en el lobby del centro. Insisten que “deben abocarse a buscar la forma de reparar y poner en funcionamiento todas las máquinas para garantizarles a los pacientes su tratamiento completo porque se les viola su derecho a salud”.

Norma Gutiérrez, hija de Olga Zerpa, paciente renal hace un llamado concreto al IVSS para que ponga atención a lo que está pasando en Cenesuca porque está en riesgo la vida de los pacientes.

“Al no recibir el tratamiento completo los pacientes retornan a sus casas cansados, con malestar y ahogados. Entonces, en lugar de irse en mejores condiciones se retiran mal porque no se están dialisando correctamente”

Gutiérrez aprovechó para hacer un llamado a la Defensoría del Pueblo, del estado Sucre, para que envíe una comisión para que atienda la demanda de los pacientes allí recluidos.

En el caso del funcionamiento de las máquinas, los pacientes reclaman que el personal de servicio técnico no responde a la coordinación médica porque tiene un jefe superior, representante de una empresa en la ciudad de Valencia, que no le autoriza la reparación y hasta tanto no reciba una orden no puede repararlas.

Con información de Crónica Uno

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