Luego de la suspensión de las clases presenciales por la llegada de la pandemia al país, las clases a distancia se han convertido en todo un desafío, porque los padres y representantes toman el papel de docentes sin una preparación académica y se enfrentan a dificultades para explicar contenidos, además deben lidiar con la ausencia de servicios y equipos tecnológicos, lo que impide impartir una educación de calidad y cuyas funciones deben compartir con las labores domésticas.
Para los padres esto genera una preocupación grande porque sienten que sus hijos no están completamente preparados ni reciben la formación correcta. Señalan que muchos contenidos quedan en el aire pues requieren de la presencia del docente.
Otra de las preocupaciones de los padres es que en la mayoría de las zonas populares de Barquisimeto no cuentan con las herramientas tecnológicas como un celular inteligente, computada y acceso a internet, lo que también suma que los contenidos estén a medias porque los libros están desactualizados y las bibliotecas están cerradas.
Un claro ejemplo es el de Sonia Varela, quien vive en Portachuelo, vía Carorita y tiene dos hijos, una en séptimo y otro en primer grado. «Yo debo ser madre, ama de casa, salir a comprar la comida y también ayudar a mis hijos con las tareas» explicó esta madre que aunque logró el bachillerato, hay contenidos que no domina como la matemática y el inglés por lo cual no sabe como dar esas clases a su hija.
Esta mujer, quien dice ser una fiel creyente de que la educación es importante para sus hijos y para el país, dice que no se detiene ante las dificultades como la falta de internet, celular inteligente y asesorías pedagógicas, además en ocasiones sienta a sus hijos en una mesa cerca de ella mientras está preparando los alimentos en el fogón. «Yo estoy cocinando, tragando humo y los estoy monitoreando. A veces al más chiquito le pregunto las vocales sin moverme del fogón, todo para mantenerlos activos», narró.
Elizabeth Timaure, otra madre larense que hace de docente, explica que sus hijos siempre presentan retrasos en la entrega de las tareas porque ante la falta de internet acude a libros como apoyo pero los que tiene en su casa están desactualizados, lo cual complica la elaboración de trabajos.
Con información de La Prensa de Lara