Virginia Segovia de Bolívar, presidenta de Fundanica, mostró una fotografía de hace un año que tomaron en el Hospital Ángel Larralde de Naguanagua, en una oportunidad que pidieron a los padres que hicieran unos carteles para ubicar medicinas. De ocho menores que aparecen en la gráfica, solo quedan vivos dos. Los pacientes que están con diagnóstico de cáncer o que se sospecha que padecen la enfermedad, se encuentran en muy malas condiciones.
Añadió que durante 2017, Fundanica atendió a 120 niños, de ellos 58 fallecieron, una cifra “dramática”. En lo que va de 2018, han muerto 22 pequeños por la enfermedad y hay 50 niños en tratamiento. “El cáncer no espera y sin medicinas no hay esperanza. Aprovechemos que está la Organización Panamericana de la Salud para hacer alianza”, indicó la presidenta de Fundanica.
Antonio Rodríguez, padre de una niña de tres años de edad, y que ahora permanece en Argentina porque hasta allá fue trasladada por la generosidad de muchos, narró cómo fue la lucha para vencer la leucemia con la que diagnosticaron a su hija y que ahora aparece en remisión.
Rodríguez no podía contener las lágrimas al iniciar cada frase. Se conmueve al mencionar que algunos de los compañeritos de su niña en el hospital ya perdieron la vida.
“La guerra contra la leucemia es fácil, el problema es el país. No hay nada, nada. Hace un año algo se conseguía. Yo me moví con fundaciones que nos apoyaron, especialmente con Fundanica”, mencionó el hombre que tiene otros dos hijos en el país.
Rodríguez contó que tuvo que colocarle ocho quimioterapias vencidas a su hija porque no consiguieron más. Luego, en noviembre de 2017, viajó a Colombia y encontró cada medicamento en 250 dólares; pero requerían 44 de ellos y fue allí que decidió sacar a su niña de Venezuela para salvarle la vida. Lamentó que la solución para salvar a los niños con esta enfermedad sea sacarlos del país, pero consideró pertinente hacerlo, si hay la posibilidad.
Con información de El Estímulo