Subir a Caracas es un calvario para miles de guaireños. La última tarifa autorizada por el Ministerio de Transporte Terrestre es de 600.000 bolívares, pero los conductores no la respetan y piden un millón de bolívares de pasaje. En las tardes pueden exigir un dólar americano, según denuncias de usuarios de esta ruta.

La Guaira. Parece un problema sempiterno. El Gobierno nacional acuerda una tarifa con los transportistas de la ruta Caracas-La Guaira, y en la práctica no se cumple.

Luego de tres meses de que el Ministerio de Transporte Terrestre autorizara un incremento de 100% en el pasaje de la ruta, las pocas unidades que circulan, la merma en el abastecimiento de gasoil y el cobro por encima de la tarifa terminan por dificultar el traslado de miles de usuarios a la capital del país.

Sin la respectiva publicación en la Gaceta Oficial, la tarifa entre Caracas, Catia La Mar y La Guaira quedó entonces en 600.000 bolívares. Para Macuto y Caraballeda, se acordó en 800.000 bolívares.

No obstante, la realidad es muy diferente para los pasajeros, quienes acusaron a los choferes de cobrar un millón de bolívares en las mañanas y exigir un dólar americano en horas vespertinas.

“¿Cómo se va a acabar eso? La policía come ahí y los transportistas se agarran de las colas por gasoil para ponernos a sufrir. El que no tenga dólares, no puede ir a Caracas”, comentó Orlando Liendo, que ante la imposibilidad de abordar una unidad en el terminal de La Guaira decidió esperarla en la avenida Soublette, para dirigirse a Caracas por un medicamento para su madre.

“Rojitos” de la paciencia
No pocos litoralenses desafían la cuarentena en procura de medicinas y alimentos que son difíciles de obtener. Según estimaciones de los gremios del transporte regional, más de 15.000 personas se movilizan hacia Caracas en semanas radicales. La cifra se triplica en semanas de flexibilización.

“Aun con ese pasaje a un dólar, que es un abuso, me resulta más barato comprar víveres y legumbres en Catia que en Maiquetía”, explicó Nubia Carmona, una enfermera del hospital Periférico de Pariata que se cansó de aguardar por un autobus Yutong (con subsidio estatal y cuyo pasaje es de 120.000 bolívares), por lo que salió del terminal de Catia La Mar para ascender a un colectivo que la llevara a la avenida Sucre.

En los terminales terrestres las colas para optar por el servicio de “los rojitos” crecen exponencialmente. “Tengo el pasaje justo para el ida y vuelta por aquí. Si uno sale afuera, hay autobuses que te cobran un millón o un dólar y no puedo pagarlo”, señaló Josefa Ramírez, una maestra jubilada de 66 años de edad.

En semanas de confinamiento, el asunto tiende a empeorar. Hay mayor escasez de buses para Caracas y en las tardes, en la parada de Gato Negro (en Catia, parroquia Sucre), abundan quienes quieren cobrar hasta dos dólares americanos.

En redes sociales, también se muestran las citadas denuncias de sobreprecio en la tarifa, lo que genera descontento entre usuarios como Ricardo Ortega: “Sobre todo, cuando vemos en las largas colas que la policía, los fiscales y los choferes siempre se confabulan contra el pueblo”.

Con información de Crónica Uno

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