Los ajustes consecutivos del pasaje urbano no se detienen. Con el nuevo acuerdo del gremio, que pone en puertas un aumento que ubica la tarifa mínima en 700 bolívares, se suma otro eslabón a la cadena de incrementos anunciados por los transportistas y a los cuales las autoridades llegan con rezago.
Con tres aumentos conquistados en 2017 por el sector y un cuarto pacto entre los transportistas para el 1 de noviembre, la radiografía del pasaje urbano se torna compleja para quienes se sostienen del sueldo mínimo. De materializarse el aumento fijado para este miércoles en Libertador, la tarifa urbana, que ya fue lanzada en Baruta y El Hatillo, sufriría un incremento de 600% si se compara con enero cuando se ubicaba en Bs 100. El incremento es mayor a 1000% si se coteja con octubre del año pasado cuando los usuarios debían cancelar Bs 60 para movilizarse en Caracas.
Para algunos usuarios son medidas que suelen tomar cuerpo en la práctica, en los corredores estrechos de los autobuses donde pasajeros y colectores lían sus diferencias. Con una aspiración inicial de 300 bolívares al cierre de 2017 y muchas fórmulas sobre la mesa, el primer aumento anunciado por los cinco bloques de transporte del Área Metropolitana se efectuó el 10 abril, con lo cual el pasaje subió a Bs 150. Pero fue en mayo, con un mes de rezago, cuando se oficializó el ajuste.
En un intento por ganar la carrera contra la inflación, en julio los transportistas deslizaron otro aumento, atajado por el Gobierno, que pretendía llevar la tarifa de 150 a Bs 300. El anuncio generó malestar y protestas en Chacaíto y varias zonas. Pese a ello, el 1 de agosto entró en vigencia el pasaje a Bs 180, un aumento plegado a la Gaceta 6.297 que norma los ajustes en el país. Pero el alza de 20% no llenó las expectativas de los choferes quienes entonces exigían a los pasajeros pagar Bs 300, una apetencia que fue abortada por la Gaceta 6.329, de fecha 25 de agosto, en la que el Ministerio de Transporte exhortó al gremio a mantener las tarifas por debajo de los Bs 280.
Carmen Ruiz, presidenta de la Federación de Cooperativas del Transporte, pone a contraluz el negativo de una crisis que, asegura, ha paralizado 70% de la flota urbana. Advierte que de 300 unidades que tiene la línea Casalta-Chacaíto, la más importante de la ciudad, solo 80 están operativas. Y trae a colación un dato que pulsa el drama de las rutas interurbanas: de 157 unidades que tiene el servicio Expresos Occidentes, solo 50 están aptas, el resto del parque requiere repuestos. Advierte que las rutas troncales, las que movilizan pasajeros hacia las cotas más altas de Caracas, también están afectadas por fallas de insumos.
Luis Alberto Salazar, del Comité de Usuarios de Transporte Público, califica la coyuntura de grave y sugiere crear una comisión entre usuarios y transportistas para abordar el tema. Expone que la intención del Gobierno es alimentar la confrontación. Salazar enfatiza que la solución definitiva radica en el cambio de Ejecutivo.
El concejal José Gregorio Cáribas cree que es necesario descentralizar el manejo del transporte. A propósito de ello, el presidente del Instituto Metropolitano de Transporte, Simón Ballesteros, sostiene que la opacidad del Gobierno agrava el problema. Indica que 10% de los autobuses fue retirado del ámbito metropolitano. Y otro 10% de la flota permanece estacionado, pues sus dueños consideran que ya no es una actividad rentable. Ballesteros habla de más de 12 mil vehículos en paro técnico en Caracas. Y propone crear una autoridad única que norme el ramo en el Área Metropolitana y que sea capaz de integrar todo el sistema de transporte.
El ingeniero Ricardo Sansone, fundador de la ONG Familia Metro, enfatiza que el Metro no está en condiciones para asumir a los usuarios que migran al sistema: solo 112 unidades de Metrobús, 21% de la flota, están operativas. Y el BusCaracas, afirma, no funciona como un sistema inteligente, lo que le impide prestar servicio con eficiencia. Señala que están pendientes obras como el Metro de Guarenas, un proyecto presentado en 2006, que debió estar listo en 2012, pero tiene más de 5 años de rezago. Además de la conclusión de las estaciones del Metro Los Teques.
Publicado por El Universal
30/10/2017