Como un enfermo en situación de gravedad, que no puede mantenerse por sí solo, así está Petróleos de Venezuela. Una industria que para 2003 –después del paro petrolero- producía dos millones 633 mil barriles diario de petróleo (bdp) y que hoy apenas llega al millón 863 mil barriles.
Una industria que producía más de dos millones y medio de barriles por día con una nómina de apenas 40 mil personas hace 15 años, y que hoy con 150 mil empleados no llega al millón 900 mil bdp.
Una industria que tiene una deuda de 70 mil millones de dólares, que cayó en default selectivo y que ya no puede sostener los planes sociales del Gobierno nacional debido a la merma de su producción y los bajos precios del crudo. Por el contrario, necesita financiamiento y es el Banco Central de Venezuela el que lo hace.
A 50 mil millones de bolívares asciende el financiamiento que el BCV hizo a PDVSA en lo que va de año, según cifras aportadas por el economista José Guerra, diputado de la Asamblea Nacional.
“El financiamiento que hace el BCV a las empresas públicas no financieras creció en mil 330 por ciento este año, del cual 98 por ciento corresponde a la empresa petrolera”, afirma el economista José Toro Hardy, exdirectivo de PDVSA (1996-1999).
El problema de la emisión de masa monetaria es que “son gigantescas” y el ente emisor lo hace sin respaldo, y ello sumergió a Venezuela en la hiperinflación, asegura el experto.
“PDVSA pasó de ser la que más riqueza generaba en Venezuela, a ser la empresa que más pobreza genera a Venezuela porque es la responsables de la hiperinflación gracias a estos montos brutales que emite el BCV para cubrir el déficit del flujo de caja”.
Publicado por La Verdad
03/12/2017