Menos futuros maestros. El Instituto Pedagógico de Caracas (IPC), núcleo de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (Upel), perdió alrededor de 2 mil 500 estudiantes durante el año académico pasado.
La matrícula al iniciar las actividades en septiembre de 2017 era de 6 mil 500 alumnos, pero para julio de 2018 quedaban unos 4 mil. “Estamos esperando el proceso de inscripciones esta semana para saber a cuántos recuperamos o si seguimos perdiendo”, dijo a Efecto Cocuyo el director encargado del IPC, Juan Acosta.
Por otro lado, advirtió que de los 340 nuevos maestros que graduarán el próximo 28 de octubre no hay ninguno en la especialidad de idiomas modernos y son muy pocos los que optaron por las ciencias básicas.
En su apogeo, indicó el directivo, toda la Upel graduaba unos 18 mil maestros al año. Respecto a los dos últimos años, el promedio es de 10 mil egresados.
El profesor consideró que parte de quienes siguen en la carrera lo hacen por los incentivos que ofrece la universidad. Actualmente despachan mil 600 platos de comida con insumos que suministra el Gobierno. Además, lograron acordar la dotación de medicinas y equipos para mantener activa la Unidad de Bienestar Estudiantil.
Desprecio a la meritocracia
Al déficit de estudiantes se suma el éxodo de profesores. De los 900 docentes con los que contaba el núcleo, entre el 15 y 20% renunciaron durante el mencionado período, la mayoría porque se iba del país. “Se nos han ido muchos doctores, magísteres, especialistas que nos ha costado muchísimo formar”, comentó el director.
En septiembre de este año un profesor titular del Pedagógico, con doctorado y al menos 20 años de trayectoria, cobró el salario mínimo, al igual que un obrero en su categoría más baja.
“El Gobierno ha decidido desconocer todas las actas convenio, están pagando el salario que ellos creen, no el que nos corresponde. Hay un maltrato terrible, no se respeta la progresividad de los beneficios, se desprecia la meritocracia. En general, hay mucho desconcierto en las universidades”, opinó Acosta.
Añadió que, contrario a lo que podría pensar la mayoría, aunque el actual ministro de Educación es egresado del Pedagógico no existe una comunicación horizontal con Aristóbulo Istúriz.
Además, el educador cuestionó la creación de la Universidad Experimental del Magisterio: “No se entiende por qué, en el lugar de fortalecer la Upel”. Recordó que desde su creación, el Instituto era asesor del ministerio para trazar las políticas educativas.
Escenario en las aulas
De la realidad universitaria a las escuelas. El déficit docente no discrimina entre el sector público y privado ni en las distintas modalidades del Subsistema de Educación Básica.
José Luis Andrade, director general de la Asociación de Promoción de la Educación Popular (Apep), contó que en las instituciones asociadas las renuncias también están a la orden del día.
En los 159 centros de educación para el trabajo, donde atienden a unos 72 mil estudiantes en todo el país, el último año abandonaron sus cargos unos 300 docentes. En el día a día eso se traduce en recargar a un profesor con otras materias para poder cumplir con la carga académica.
“Nosotros somos escuelas técnicas, enseñamos a los escolares carpintería, metales, electricidad, entre otros oficios. Al irse los especialistas es complicado volverlos a preparar. No es imposible pero sí difícil, no se hace de un día para el otro”, dijo.
Resaltó que suman esfuerzos para mantener al personal: “Tratamos de mejorar su condición económica, ofrecer lo que llaman ahora un salario emocional, otro tipo de recompensas, de reconocimientos y valoración de su misión”.
Con información de Efecto Cocuyo