Con el cierre del pediátrico Menca De Leoni, en Ciudad Guayana, son cuatro años en los que dejaron de hacerse, entre otras cosas, cirugías de cardiopatías congénitas de forma gratuita. La promesa de reabrirlo quedó en la campaña electoral de Nicolás Maduro, en 2018.
Desde afuera se percibe el abandono en el centro pediátrico Menca De Leoni. En la entrada principal ya no quedan ni las puertas de vidrio. Al entrar es como si en el lugar hubo una catástrofe, alguna explosión que acabó con todo. Del techo cuelgan cables o quedan huecos de donde hurtaron lámparas y tuberías. Son cuatro pisos donde reina la oscuridad, los escombros y el peligro por la delincuencia que se apoderó del espacio.
Este 8 de abril se cumplieron cuatro años del cierre del Menca De Leoni, el único centro pediátrico del estado Bolívar. Allí también recibían a pacientes de Monagas, Anzoátegui, Amazonas y Delta Amacuro.
En 2018, el mismo Gobierno regional tomó la decisión de cerrar el pediátrico Menca De Leoni. La presidenta del Colegio de Enfermería en Ciudad Guayana, Maritza Moreno, recordó que el motivo principal fue la contaminación por aguas negras.
En el pediátrico se vivió el problema de la falta de agua por tubería, pero cuando esta llegaba, en las habitaciones se filtraban aguas negras. Esto constituyó un foco de contaminación para los pacientes. Entonces, la promesa fue la reparación de la infraestructura para pronto reiniciar operaciones.
El cierre del Menca De Leoni fue duro. Ya se acentuaba la escasez de insumos, de medicamentos. Los colegas abandonaban los puestos de trabajo por los bajos salarios. Fue una época donde protestamos por la crisis social y de salud», agregó Moreno.
Inversión sin resultado
El 25 de abril de 2018, dos días después de una visita de Nicolás Maduro a Ciudad Guayana para hacer campaña electoral, se anunció el comienzo de los trabajos de reparación del Menca De Leoni.
Fue el entonces gobernador de Bolívar, Justo Noguera Pietri, quien declaró que por orden de Maduro se aprobó una inversión de 100 mil millones de bolívares. Nunca se dijo para cuándo se preveía culminar los trabajos de reparación de la infraestructura, pero la recuperación incluía la dotación de insumos y medicamentos. En ninguno de los casos se cumplió la promesa.
Los trabajos de reparaciones sí iniciaron, pero meses después se abandonó la obra. Nunca hubo respuesta oficial por tal paralización. Se dijo que la inflación hizo que se devaluara el presupuesto aprobado y no había recursos.
La paralización de esos trabajos significó la destrucción de lo que fue este pediátrico. Pronto comenzó el desvalijamiento de puertas y ventanas. En su interior se llevaron lo que pudieron y dejaron perder medicamentos que para el momento estaban vigentes y son costosos en cualquier farmacia.
El pediátrico contaba con 150 camas, un área quirúrgica pediátrica, una de rehidratación, otra de observación, una terapia intensiva para neonatos y una para niños.
Cardiópatas a la deriva
Justo para la época de su cierre y hasta un año antes, médicos del Menca De Leoni llevaron una cifra extraoficial de niños muertos por desnutrición. En 2017 contabilizaron 47 fallecidos y hasta principios de febrero, al menos 19. Allí también atendieron los casos de reaparición del sarampión y la difteria en Bolívar. Pero también se destacó por las cirugías de niños con cardiopatías.
El área de Cirugía Pediátrica comenzó en 2009. Desde 2010 hasta su cierre, trabajó en ello el cardiólogo pediatra Ernesto Urbano. Recordó con el inicio de esta área de consultas, también comenzó un convenio que existe entre el Instituto Venezolano de Seguros Sociales (IVSS) y el Hospital Cardiológico Infantil Latinoamericano Gilberto Rodríguez Ochoa.
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Con información de Crónica Uno