Garantizar el suministro permanente de agua, distribuir y reforzar el personal, aislar de manera eficaz y gestionar correctamente los residuos son algunas de las exigencias de los trabajadores del hospital pediátrico J. M. de los Ríos, en Caracas, tras la decisión de las autoridades de enviar allí a niños con COVID-19.

“Es una situación compleja. No nos negamos a atender a los pacientes con COVID-19, pero exigimos las condiciones mínimas necesarias para manejar la situación”, dice Vietnam Vera, intensivista y vicepresidente de la junta directiva de la Sociedad de Médicos del hospital.

Desde antes de la pandemia, el J. M. de los Ríos, un hospital tipo IV, sufría de problemas de infraestructura, déficit de personal en todos los niveles, cierre de servicios, dotación insuficiente de medicamentos e insumos y ausencia de agua corriente, que ahora impide el cumplimiento del lavado frecuente de manos, la norma básica para prevenir infecciones.

El pasado 18 de mayo, el principal hospital pediátrico de Venezuela comenzó a recibir niños con COVID-19, o con sospecha de tener la enfermedad, pese a no estar incluidos en la lista de centros centinela designados por el Ministerio de Salud para la atención de personas con la enfermedad. Padres, madres y cuidadores de los niños con patologías crónicas que se atienden en el centro temieron aún más por la salud de sus hijos.

Ese día, el hospital realizó una asamblea extraordinaria con todo el personal médico para discutir la situación de la institución ante la pandemia. Una semana después, la Sociedad de Médicos entregó a la Dirección del centro un comunicado con peticiones y propuestas para mantener la calidad de la atención y prevenir el colapso de la institución.

Exigencias de los galenos

En la carta entregada este lunes 25 de mayo, la Sociedad de Médicos pide que se nombre un equipo de apoyo al Comité de Infecciones del hospital, para que verifique los requisitos previos para la atención de pacientes con COVID-19 y la cantidad de personal necesario para el funcionamiento del área de aislamiento. También solicitan que se nombre una comisión integrada por un miembro del Comité, uno de la Sociedad y otro de la Dirección del centro de salud.

La carta demanda que se garantice el suministro de agua , que se realice un censo de personal y que se conforme un equipo de trabajo para la atención de niños con coronavirus, con el fin de asignar trabajadores que no se relacionen con los pacientes de alto riesgo (nefrología, oncología, hematología).

Además insta a presentar, ante toda la comunidad hospitalaria, las pautas y procedimientos elaborados por el Comité de Infecciones del hospital. También pide que se informe el Plan de Contingencia COVID-19 a cargo de la Dirección y Recursos Humanos, con detalles acerca del personal, áreas y recursos disponibles.

Igualmente, la Sociedad de Médicos señala que solo deben ingresar a los niños con COVID-19 que tengan enfermedad moderada o grave, y para ello requieren del “aislamiento eficiente” del área COVID-19 del resto de la comunidad hospitalaria.

“Reiteramos a la dirección del hospital nuestra irrestricta voluntad de trabajar en conjunto para la solución de problemas, dada la delicada situación actual”, agrega en la carta.

El doctor Vera, vicepresidente de la Sociedad, advierte que si no se toman los correctivos, la salud tanto del personal como de los pacientes y sus cuidadores correrá más riesgos. Añade que los residentes también sufren problemas de transporte para llegar al hospital, situación que puede impactar en la disponibilidad y atención.

Con información de Efecto Cocuyo

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