La petrolera china CNPC, uno de los principales socios de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) paralizó sus actividades locales con el régimen de Nicolás Maduro para no violar las sanciones impuestas por el gobierno de Estados Unidos.
“CNPC está enviando hoy una carta a Pdvsa cumpliendo con el embargo. Quedan suspendidas todas las actividades de las empresas mixtas entre CNPC y Pdvsa”, dijo la fuente que tuvo acceso directo a la información, pero que no pudo ser identificada en primer momento por no estar autorizada formalmente para declarar.
La información contraria la propaganda oficial del régimen de Maduro, según la cual los lazos comerciales y de negocios con sus socios chinos son cada vez más sólidos y capaces de desafiar las sanciones internacionales contra el chavismo por sus atentados contra la democracia.
Al mediodía de este miércoles 4 de septiembre -medianoche en China- vence el plazo de una de las licencias establecidas por el gobierno de Donald Trump para que las compañías internacionales vinculadas con Estados Unidos completen todas las transacciones necesarias para el cierre de sus operaciones en Venezuela, sin exponerse a costosas sanciones comerciales.
En las próximas horas se espera que circule públicamente la versión oficial de la carta enviada a Pdvsa por sus socio chino, dijo la fuente.
Sinovensa, una sociedad entre Pdvsa y CNPC, opera en el campo de Morichal, en el estado Monagas, en la Faja Petrolífera del Orinoco, donde produce unos 105.000 barriles por día de crudo extra pesado que debe ser mejorado para convertirlo en un crudo menos denso, como “merey”, comercializable en los mercados internacionales.
Los planes entre Maduro y China eran elevar esa producción al menos hasta 165.000 bpd en el mediano plazo.
Este es el golpe más duro para Nicolás Maduro de sus socios chinos después que a comienzos de agosto CNPC cancelara un embarque de cinco millones de barriles ese mes para acatar las sanciones impuestas por el gobierno de Donald Tump, y que fue entonces reseñado por las agencias Bloomberg y Reuters.
Según la data recopilada por Bloomberg, en lo que iba de 2019 China ha importado un promedio de 339.000 bpd de crudo desde Venezuela para surtir viejas refinerías consideradas “cafeteras” por el mercado.
Pero ese crudo tampoco ha representado dinero en efectivo para Pdvsa y Venezuela, pues está destinado a pagar una enorme deuda pública de unos $50.000 millones contraída durante la llamada “revolución bolivariana” por los gobiernos chavistas para proyectos nunca construidos.
No ha quedado de inmediato el alcance internacional de la nueva medida de CNPC para acatar el embargo, pero la suspensión de sus operaciones en Venezuela tendrá impacto directo en la ya menguada producción del país, que no llega a un millón de barriles por día.
La planta que operan ambas empresas en el Oriente de Venezuela elevaría la producción desde los actuales 105 mil barriles día de capacidad de procesamiento de crudo a 165 mil barriles día, según los medios de propaganda chavista.
Con información de El Estimulo