Familiares de presos políticos venezolanos solicitaron en la sede del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud), en Caracas, la visita de la alta comisionada de derechos humanos de la ONU, Michelle Bachelet, a Venezuela para que constate el estado de los opositores.
“Somos familiares de presos políticos que estamos hoy aquí pidiéndole, exigiéndole a Naciones Unidas, a la ONU, que envíe a la alta comisionada de derechos humanos a Venezuela, que venga para Venezuela“, dijo Lilian Tintori, esposa del líder encarcelado Leopoldo López.
Tintori, que pegó carteles con los nombres de los presos políticos en las paredes del Pnud, indicó que esta solicitud se debe a que los familiares temen por la vida de los detenidos que creen está en riesgo, pues aseguran que el Estado no la garantiza.
La opositora recordó que este lunes el concejal Fernando Albán, considerado preso político, falleció el pasado lunes 8 de octubre bajo custodia del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) en Plaza Venezuela, donde estaba detenido. Según la Fiscalía, el edil se suicidó, pero la Asamblea Nacional (AN) y líderes antichavistas sostienen que se trató de un homicidio.
Tintori, quien se encontraba en compañía de familiares y abogados de los presos, insistió en esta tesis. “Mañana pueden amanecer muertos (los opositores privados de libertad), no queremos recibir otra noticia de muerte de algún otro preso político como Rodolfo González (quien supuestamente también se suicidó en 2015, en el Sebin), como Fernando Albán“, dijo.
Asimismo, exigió una “fe de vida” de quien fuera ministro de Defensa del fallecido presidente Hugo Chávez, el general Raúl Isaías Baduel, preso desde 2009, porque -asegura- no se sabe “si está vivo o muerto” debido a que sus familiares llevan dos meses sin verlo.
“Y siguen los rumores de que hay un muerto en La Tumba“, una celda del Sebin donde, según la oposición, los reclusos son aislados.
Asimismo, los familiares de presos exigieron la libertad de todos. Entre ellos, destacan los casos de Fred Mavares, un expolicía metropolitano que permanece detenido pese a que tiene boleta de excarcelación hace más de dos años; o del diputado Juan Requesens, detenido por supuestamente estar implicado en el atentado fallido contra el presidente Nicolás Maduro el 4 de agosto.
Según la oposición venezolana, hay 400 presos políticos, de los cuales 160 son militares, mientras que en las cuentas que maneja Foro Penal, se dice que son más de 200.
Con información de Efecto Cocuyo