Las dificultades para adquirir gas doméstico no terminan para los ciudadanos de la zona metropolitana del estado Anzoátegui.
Ya se ha vuelto repetitivo, desde hace más de tres meses, observar a cualquier hora del día, a personas caminando con bombonas en el hombro o llevándolas en carruchas y carretillas en busca de lugares donde poder recargarlas. Sin embargo, no todas logran cumplir su objetivo tan fácilmente.
Sólo las que ponen en práctica el popular dicho de “a quien madruga Dios lo ayuda” tienen más posibilidades, pero sin mirar la hora de retorno a sus hogares pues la espera puede ser de hasta de 12 horas, especialmente si van a los llenaderos pertenecientes a las empresas públicas, que son los más demandados.
Al menos en ello coincidieron algunos ciudadanos que acuden con frecuencia a la planta de Pdvsa Gas Comunal, ubicada en la zona industrial Los Montones de Barcelona, en donde también expenden la marca de Vengas.
Desde las 4:00 am esperaba la comerciante Arelis Maite para tratar de llenar una bombona de 43 kilogramos (Kg) por Bs 215 mil en efectivo, pago móvil o transferencia. A esa hora ya tenía a varias personas por delante, pero a las 11:00 am todavía continuaba allí y sin saber hasta cuándo.
Esta es la cantidad que permiten cargar por el tamaño, al igual que la de 18 Kg que está en Bs 98 mil. Sólo los que llevan los cilindros pequeños de 10Kg, que se ubican en 50 mil bolívares, pueden favorecerse con dos.
“Me vine de Cruz Verde en una cola para poder llegar temprano y no sé a qué hora saldré. Normalmente le entregan a uno las bombonas después del mediodía, te puede agarrar hasta las 4:00 pm. Pierdo el día de trabajo para venir a buscar gas y además debo dejar a mi hijo al cuidado de una vecina”, expresó Maite con tono de resignación.
A diferencia de la comerciante, la habitante de Mayorquín III, Odalis Fuentes, señaló que le tocó dejar solos y sin desayuno a sus dos niños de tres y ocho años. No tenía como prepararles los alimentos.
“Tengo a mi hijo mayor desde las 3:00 am haciendo la cola y yo me vine a las 7:00 am, para ver si puedo comprar antes de la 1:00 pm, pero no existe un horario fijo. A veces ves entrar y salir los camiones de la planta para vender a las bodegas y a nosotros nos dejan esperando, de último”.
Casualmente, el día de la visita del equipo de El Tiempo, las personas que acudieron a esta planta en la zona industrial fueron remitidas al terreno de la antigua Maestranza, en la avenida Raúl Leoni de Barcelona, para recibir el despacho mediante los carros de carga.
El transportista Armando Publiece, quien fue al lugar para recargar su cilindro y aprovechó de darles la cola a algunos vecinos de su comunidad, ubicada al sur de la capital anzoatiguense, manifestó que después de las 7:00 am, cuando ya habían recogido las cédulas de identidad para llevar el control, supuestamente les dijeron que no les iban a vender porque no tenían mucha disponibilidad.
“La gente se alborotó y por eso hicieron el operativo de mandarnos para este terreno. Ahora nos toca esperar para ver si nos venden a todos”.
Intentos
Con un bebé de un mes de nacido en los brazos y dos de cinco y siete años en su casa, la veinteañera Ivelis Guevara, residente del sector El Muro, comentó que ese era su segundo intento seguido para comprar gas doméstico en la zona industrial. El día anterior llegó de madrugada y no vendieron, pues no sabía que nada más lo hacían los lunes, miércoles y viernes.
“Tengo tres meses cocinando a fogón: primero porque estaba en las últimas semanas de embarazo y luego, recién parida, no podía estar en estos trajines de hacer cola de madrugada. Ahora cuando trató de recargar, nos tiran de aquí para allá. Gracias a Dios tengo a alguien que me ayuda con la bombona, pero es tremendo esto que pasamos. A lo que hemos llegado en el país”.
Para Guevara, no era habitual acudir a la planta a abastecerse, sino mediante las bodegas que existen en las comunidades, donde expenden las bombonas un poco más costosas, pero tenía la posibilidad de adquirir la suya sin muchas complicaciones. Sin embargo, aseguró que tienen tiempo que no son surtidas con regularidad, por lo que a pesar de las dificultades, ahora en la planta es más rápido y seguro lograr el objetivo.
En estos sitios comunales solía comprar también Elidia Cortez, pero aseveró que las pocas veces que llegan, venden sólo en efectivo. La bombona pequeña sale entre Bs 300 mil y 350 mil, mientras que en los barrios de Puerto La Cruz pueden costar Bs 500 mil.
“El pueblo se come al pueblo. Con lo difícil que está conseguir efectivo ahorita, prefiero venirme a las 4:00 am”.
A esa hora también acostumbra a salir la obrera Elis Perdomo de su casa, ubicada en la avenida Argimiro Gabaldón. Lo hace con una carrucha. Mencionó que cuando ve pasar a un grupo de vecinos aprovecha para sumársele por la inseguridad.
“Como está la situación, uno no puede andar sólo a esas horas, así no tengas muchas cosas que te quiten”, expresó.
Por ejemplo, el jubilado Arquímedes Rodríguez, habitante del barrio José Antonio Anzoátegui, conocido popularmente como Molorca, dijo que las personas que transitan de madrugada por el sector corren el riesgo hasta de que les quiten las bombonas.
En su caso, se aguanta hasta que amanezca para llegar a la planta de llenado de Tigasco, en la avenida Jorge Rodríguez, aunque sea uno de los últimos en comprar, antes de que cierren a la 1:00 pm. Allí expenden dos bombonas, independiente del tamaño, pero cuando se trata de las de 43 Kg, se debe realizar el pedido y posteriormente hacen la entrega a domicilio.
A pocos metros, en Puerto Gas, la cola de clientes en espera de llenar sus cilindros ocupaba un gran tramo de la acera que sube hacia el sector Guzmán Lander.
A las 11:30 am, el obrero Manuel Lezama, quien se trasladó desde Valle Lindo, en Puerto La Cruz, para llegar a las 4:00 am, permanecía entre los primeros 20 de la fila.
Sólo bombonas pequeñas y medianas expenden en Tigasco. Las grandes las entregan a domicilio
Ese día, supuestamente, se había caído la línea de internet para pasar el punto de venta, por lo que la única forma de pago que tenían disponible era efectivo o divisas.
“Prefiero seguir esperando porque la bombona pequeña, que aquí sale en Bs 200 mil, por mi casa la venden hasta en 300 mil bolívares pero sólo con efectivo”.
Aquí tenían también la de 18 Kg en 350 mil bolívares y la de 43 Kg en Bs 500 mil.
Ingenio
Ante las dificultades que existen para adquirir las bombonas de gas doméstico, algunos ciudadanos consultados coincidieron en que se las ingenian para tratar de rendirlo.
Por lo menos, Perdomo comentó que trata de comer los alimentos de rápida cocción, como el espagueti y bollos de harina de maíz, que requieren menos tiempo de exposición al fuego.
Mientras que Cortez explicó que, aunque en el sector donde vive, en la avenida Argimiro Gabaldón, se comenta que no pueden prender candela por la expansión del humo en el medio ambiente, trata de preparar los granos con leña.
“Desde arepa con carbón en adelante cocino para rendir las bombonas”.
Más que por ingenio, los habitantes de El Viñedo deben armar un fogón por necesidad. Y es que en la comunidad, que es una de las más grande del municipio Simón Bolívar, los vecinos madrugan para hacer la cola y entregar los cilindros hasta las 8:30 am que los reciben, en un galpón ubicado en el sector La Floresta que sirve de punto de venta. Después los van a buscar.
“Ellos (trabajadores) hacen una lista de todos los que acudieron hasta esa hora. Uno deja la bombona y dicen que la vayamos a retirar en dos días, si entras en el número que regularmente trae el camión porque, si no, el tiempo puede ser más. Sin embargo, siempre uno espera más de la cuenta porque no llega el camión cuando es debido”, expresó Josefina Quintana.
No obstante, desde hace dos semanas no han vendido más el producto allí. En este sitio, el cilindro pequeño lo expendieron las últimas veces en Bs 100 mil, un poco más elevado que en otro galpón situado en el sector La Ponderosa, donde los costos partían de Bs 85 mil y 130 mil para esta presentación, puesto que los encargados dijeron que podían variar en cada entrega. La de tamaño más grande, de 43 Kg, es más difícil de que llegue.
“La gente pasa todo el día cargando palos para poder cocinar, debido a esta situación. Nos toca esperar por lo más cercano, porque los transportistas se ponen necios cuando uno trata de movilizarse con una bombona para otro lugar por el riesgo que se corre. Entonces, es complicado comprarlo por otro lado si no tienes vehículo propio”, resaltó Quintana.
Las bodegas y galpones que venden gas en las comunidades también registran largas filas
Largas colas de espera para adquirir bombonas recargadas en los galpones populares también se realizan en la avenida Argimiro Gabaldón, a pocos metros de la pasarela de Tronconal II, y en el sector La Matanza.
El obrero Carlos Bermúdez comentó que en este último sitio el cilindro de 10 Kg de Puerto de Gas, que reguladamente sale en Bs 200 mil, se consigue con facilidad en 230 mil bolívares.
Denuncia
El director ejecutivo de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela (Futpv), Eudis Girot, denunció a mediados de mayo que la falta de gas doméstico, no sólo en la región sino en todo el país, se debía a la paralización casi total de la Planta de Fraccionamiento del Criogénico José Antonio Anzoátegui.
Mediante un video en su cuenta en Twitter dijo que en este sitio había largas colas de gandolas para cargar la mezcla de hidrocarburos, debido al funcionamiento “mínimo”.
“Se recomienda al pueblo al uso racional de gas”, exhortó.
Con informaciòn de El Tiempo de Anzoátegui