Luego de los anuncios del Gobierno Nacional sobre la posibilidad de volver a las clases presenciales en semana de flexibilización, los docentes y sindicatos aseguran que no se niegan a la idea de cumplir con el proceso de enseñanza y aprendizaje, pero ante la falta de condiciones de bioseguridad mínimas dicen que se trata de una irresponsabilidad por la pandemia, a lo cual se suma que los planteles presentan grave deterioro y no tienen condiciones para recibir a la población estudiantil.

Explican que hay escuelas y liceos cuyas infraestructuras están por el piso, otras no cuentan con servicio de agua y en su mayoría no han recibido ni siquiera dotación de equipos para la limpieza y desinfección, ni tapabocas, por lo que no correrán el riesgo de asistir a un salón de clases.

Así lo aseguró Luis Arroyo, presidente del Colegio de Profesores, quien detalló que ellos no se niegan pero, tampoco se van a exponer a asistir a las aulas de clases sin ningún tipo de protección, tomando en cuenta que el patrono debería dotar y acondicionar el área de trabajo ante los riesgos de la pandemia.

Dulce Meléndez, miembro de la Federación Nacional de Trabajadores de la Educación de Venezuela (Fenatev) dijo que ese llamado a clases atenta contra la salud tanto del estudiante como del docente «tienen que dar un traje de bioseguridad, alcohol suficiente y colocar lavamanos y jabón en cada aula, pero eso no esta garantizado» y todos se exponen al coronavirus.
A esas dificultades para regresar a las clases presenciales se le suman otras como los bajos sueldos que perciben los educadores y los beneficios sociales que no son respetadas.

El presidente del Colegio de Profesores agregó que también se le suman los problemas para la distribución de gasolina y la ausencia de transporte público y efectivo para poder trasladarse, tomando en cuenta que las paradas también son un poco de contaminación al igual que los rutas.

Con información de La Prensa de Lara

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