Yesimar Diaz, luego de pasar una semana sin agua en su residencia, ubicada en la parroquia El Baño, del municipio Motatán del estado Trujillo, no tuvo más remedio que acudir al balneario de las aguas termales.

En este lugar, anteriormente el epicentro del turismo en la región, rodeado de una infraestructura deteriorada, se convirtió en la única alternativa para asear a su hija.

Recogió el agua azufrada con unos baldes y lavó a su pequeña para llevarla al colegio. Incluso ella se bañó para poder ir a trabajar. En su casa no había «ni para bajar los inodoros».

La joven madre explicó que ella no era la única en hacerlo, pues el 90% de la población tiene dos meses con problemas en el servicio de agua por tuberías.

Hace más de un año, una de las bombas de la Planta de Bombeo del El Baño, se dañó y la alcaldía la reemplazó con una nueva.

“Supuestamente la nueva es mejor que la anterior. Es sumergible, pero en estos dos meses ha fallado como tres veces. Además, cuando falla la electricidad, nos quedamos sin agua», dijo Díaz, mientras su mamá, la señora Lucrecia Matheus, cargaba baldes de agua hacia la vivienda.

La prefectura, ubicada diagonal a la Plaza de El Baño, recibió una hora de agua. Según Díaz esto ocurre porque sus tuberías están conectados a una bomba pequeña y de menor potencia. De este bombeo solo se benefician dos sectores de unos ocho que hay en la parroquia.

“Hay dos bombeos, uno grande y uno pequeño. La mayoría se beneficia del grande. Lo bueno de ellos es que les llega dos veces al día y, si se va la luz, al llegar les llega. En cambio a nosotros no, se supone que el suministro es interdiario, pero si se va la electricidad, nos dejan por fuera hasta dos días», contó Díaz.

La ama de casa, quien ha vivido en Motatán todos sus 32 años de vida, explica que han ido a la alcaldía, a cargo de Yaneth Araujo, y la explicación de esta falla es la intensidad de la energía.

“La bomba trabaja con electricidad de 400 y aparentemente no funciona con la normal de 110. Entonces ellos debían hacerle una toma aparte, pero nunca lo hicieron. Eso es peor cuando regresa la luz, porque está inestable”, expresó la mujer.

Cronograma semanal

La parroquia El Baño está habitada por unas 1.200 personas y, toda su historia, ha sido conocida como una naciente natural de agua. De ella se surten a las parroquias de Motatán, Barrio Nuevo y El Cacao.

En base a esto, sus habitantes están consternados con las medidas asumidas por el gobierno local del Psuv. La primera es el cambio del horario interdiario de racionamiento a dos veces por semana.

“Ese es un nuevo cronograma que supuesto viene para El Baño. Ahorita nos están dando un día sí y un día no. Ya tenemos tiempo que la bomba no sirve y no tenemos respuesta”, contó Díaz, cuyo padre, invidente debido a la diabetes, opina, en cualquier momento, pueden limitarlos a pocas veces de agua al mes.

La segunda medida es el cobro a los conductores de camiones cisterna, quienes en eventualidades les prestaban apoyo.

“Antes teníamos la colaboración de los que cargaban agua en la naciente. Ahorita, como la alcaldesa le ha dado por cobrar, entonces no nos ayudan», dijo Yesimar, quien expresó no saber para qué son los recursos recaudados.

“Ellos pagan de 300.000 a 350.000 bolívares nadie sabe para donde van esos recursos porque si ese dinero se gana del llenarse debería resolver la problemática del pueblo debería ser para los repuestos de la bomba”, detalló.

Con información de El Pitazo

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