Distrito Capital, Lara, Portuguesa y Aragua son algunos de los estados en los que se paralizaron las unidades de diálisis por la falta de insumos básicos durante esta semana. No son solo las interrupciones en el suministro de agua las que ponen en riesgo el tratamiento de los pacientes renales, sino también el desabastecimiento de líneas y filtros.
El viernes 8 de febrero, la unidad de diálisis Madre Emilia, ubicada en Montalbán (Caracas), regresó a los pacientes a sus casas. Ese día se quedaron sin recibir la terapia por la falta de líneas.
Los pacientes con insuficiencia renal necesitan dializarse tres veces por semana con una frecuencia interdiaria y una duración de cuatro horas por día. Las máquinas de diálisis, también llamadas riñones artificiales, cumplen con la función del órgano y limpian las toxinas que se acumulan en la sangre.
Mediante las líneas (sondas muy finas), la sangre va del paciente a la máquina y viceversa. Sin ellas, es imposible que se realice la terapia.
Ahora, las personas que reciben atención médica en la unidad Madre Emilia deberán esperar hasta el próximo lunes 11 de febrero para recibir el tratamiento dialítico.
Es decir, que deberán estar cuatro días sin dializarse. De no recibir la terapia, los pacientes empiezan a acumular las toxinas y líquido. Se edematizan (hinchan) y corren el riesgo de morir.
La unidad Madre Emilia no fue la única que suspendió las sesiones esta semana. La Unidad Barquisimeto (Lara) también paralizó el tratamiento. Al igual que en Guanare, estado Portuguesa.
En la Unidad de Diálisis Cagua (Aragua), los pacientes denuncian que estuvieron siete días sin tratamiento y que luego el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (Ivss) -organismo encargado de abastecer estos centros- envió insumos apenas para cubrir un día y medio.
“Caracas, Bolívar, Lara, Apure, Carabobo, Táchira y siguen sumándose los reportes de estados donde la situación con las personas en diálisis y trasplantados ponen en riesgo la vida de miles de personas por que no se les garantiza al derecho a la salud y a la vida, salven vidas!”, denunció la organización Amigos Transplantados de Venezuela en Twitter.
Si no se suspenden las sesiones por falta de insumos, entonces los pacientes reciben menos tiempo de terapia o deben costear sus propios materiales para que los dialicen.
Ese es el caso de la unidad de diálisis del Hospital Central de Maracay, donde de un total de 18 máquinas, apenas funcionan seis. Los pacientes no solo reciben menos de cuatro horas de terapia, sino que además deben comprar los kits de diálisis todas las semanas.
Con información de Efecto Cocuyo