Mientras la mayoría de países productores disfruta del alza de precios del petróleo y ya piensa en enfriar el mercado, Venezuela es incapaz de sacar provecho. La declinante extracción de Venezuela es una de las causas principales de ese aumento. Los 1,5 millones de barriles al día (mbd) que produce el país, según los datos de la OPEP, son el registro más bajo en tres décadas.
El barril de crudo Brent, el de referencia internacional, se cotizaba este miércoles a unos US$75 y el crudo venezolano cerró la pasada semana a US$66.
Son cifras muy parecidas a las de 2014, cuando los precios empezaron a caer, detonante -pero no causa única- de la crisis que vive Venezuela.
«Es mejor que suba el precio para el gobierno a que no suba», dice a BBC Mundo el venezolano Francisco Monaldi, experto en políticas energéticas en América Latina y profesor del Instituto Baker de la Universidad Rice de Houston, Estados Unidos.
«Pero el promedio (de aumento) del año no ha compensado la caída de la producción. En términos netos para Venezuela, a pesar de que sube el precio, los ingresos son más bajos que el año anterior», agrega el experto.
En noviembre de 2016, la OPEP acordó reducir la oferta de crudo en los mercados y sumó al acuerdo a Rusia, el mayor productor del mundo.
Se estableció que Venezuela, uno de los socios fundadores del cartel, redujera 95.000 barriles para quedar un poco por debajo de los 2 mbd.
De esta manera se reconocía la caída de producción de un país que llegó a extraer 3,2 mbd en 2008. Ni el gobierno ni la petrolera estatal PDVSA publican datos, aunque sí los comunican a la OPEP.
Los expertos aseguraban entonces que había dudas sobre si los miembros del cartel serían obedientes con lo requerido.
Pero Venezuela, uno de los garantes del acuerdo, cumplió muy por encima de los objetivos: unos 550.000 barriles al día menos que el límite establecido.
Eso permitió que otros países incumplieran los acuerdos sin reprimendas y sin alterar el objetivo final: el aumento del precio debido a una alta demanda y a una oferta más reducida.
El declive productivo de Venezuela y las pérdidas de México han supuesto la retirada del 40% del crudo que la OPEP y sus aliados buscaban sacar del mercado, según la Agencia Internacional de la Energía (IEA por sus siglas en inglés).
El calentamiento actual del mercado, del que no se ha aprovechado Venezuela, hace que ya Arabia Saudita, líder de la OPEP, y Rusia estén estudiando aumentar la producción para compensar las pérdidas continuas de Venezuela y el posible impacto de las nuevas sanciones de Estados Unidos sobre Irán.
El 22 de junio se reúne la OPEP y se espera que se aumente el cupo de producción.
Publicado por la BBC