Un estudio, que constó de 4.656 encuestas realizadas por el Observatorio Venezolano de los Servicios Públicos (Ocvp), en siete ciudades y 21 municipios del país entre el 21 de agosto y el 1 de octubre de este año, se desprende que 62% de las personas que quieren migrar por la precariedad de los servicios se irían a otro país. Al menos 16% optaría por alguna otra ciudad de Venezuela.
Entre las ciudades de Maracaibo, Ciudad Bolívar y San Cristóbal se concentra 83% de los encuestados con disposición a migrar. La encuesta señala que 41% expresó su intención de viajar hacia a algún país de Latinoamérica; 11% a Europa y 7% a Estados Unidos.
«En San Cristóbal se concentra la mayor disposición de migración externa, casi por completo a Colombia por la cercanía con la frontera. En Ciudad Bolívar, a su vez, existe un fenómeno similar, siendo que el 13% querría irse a Brasil», dijo Julio Cubas, presidente del Ovsp, a El Pitazo.
En cuanto al desplazamiento interno por las fallas de los servicios públicos, Caracas se ubica como líder en la lista de preferencias de los ciudadanos. 7% manifestó su deseo de mudarse a la capital del país, 2% a Valencia y 7% a otras ciudades.
De acuerdo con el Ovsp, 15% de los que querrían mudarse a la urbe capitalina se encuentran entre los encuestados de Maracaibo. Asimismo, el observatorio indicó que 17% de las personas que participaron en el estudio dijeron que si pudiesen viajar lo harían a Colombia, seguido de Chile con 12% de las preferencias.
«Dejados a su suerte»
Para el sociólogo y profesor de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab), Francisco Coello, resulta lógico que las personas manifiesten su intención de trasladarse a otras regiones, pues pretenden huir, en definitiva, del sistema político que ha provocado la «demolición del capital social» venezolano.
«La gente se ha visto obligada a desplazarse. Se va de lugares que han sido abandonados por el Estado, dejados a su suerte. Se traslada a zonas de Venezuela que, por razones políticas, reciben cierta cantidad de los pocos servicios que quedan, que todavía mantienen una cierta normalidad, con respecto a todo el desastre del país», dijo Coello a El Pitazo.
El académico señaló que estos «desplazamientos forzados» han facilitado que gran parte del territorio nacional sea tomado por grupos irregulares a expensas de las autoridades nacionales.
De acuerdo con informes de las Naciones Unidas, la cifra de migrantes y refugiados venezolanos ya alcanza los 4 millones y medio de personas para finales de este año. Eduardo Stein, representante especial para Venezuela de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) prevé que para 2020 este fenómeno migratorio llegue a 6,4 millones de personas, superando el caso sirio.
Coello afirmó que, pese a este escenario, «la devastación que ha creado el chavismo ha hecho insostenible» el uso de los servicios público para quienes aún permanecen en el país.
Aseguró que las preferencias sobre Caracas se deben a una «burbuja económica», que ha generado una percepción de normalidad entre diversos sectores de la población. «Pero es que son millones de venezolanos que no pueden acceder a dólares o comprar los productos importados que ofrecen los llamados bodegones. Todo esto es un gigantesto bluff», advirtió.
El profesor universitario insistió en que la crisis económica y social del país, entre las que enumeró los fallos de los servicios básicos, ha llevado a la población venezolana a «niveles de desesperación extraordinarios» que se evidencian en las imágenes de miles de venezolanos que decidieron salir a pie por las fronteras en busca de mejor calidad de vida.
Con información de El Pitazo