Los precios de los embutidos y los lácteos rebasaron por mucho el poder de compra de los caraqueños al final del 2017. El 28 de septiembre del año anterior, el precio del kilo de jamón de espalda en el mercado Guaicaipuro de Caracas era Bs. 40.990, lo que representaba el 24% del salario mínimo entonces (Bs. 136.544), mientras que, para el 21 de diciembre se necesitaba mucho más del salario mínimo vigente para la fecha (Bs. 177.507) pues el kilo costaba Bs. 245.900.

Según el registro de los precios de cinco tipos de lácteos y embutidos (Queso blanco duro, queso tipo paisa, mortadela, boloña con pimentón y jamón de espalda), que pertenecen a la lista la familia Quiroz, usada como referencia para medir cómo influye desde 2015 la inflación en su valor. La sumatoria de los precios -por kilo- de esos productos al terminar septiembre pasado era de Bs. 124.790. En la penúltima semana de 2017 daba Bs. 684.800, una diferencia porcentual de 448%.

En el mismo periodo de tiempo el sueldo mínimo fue aumentado 40%, muy por debajo de los incrementos de precios en los alimentos mencionados. El costo del queso blanco duro tuvo un alza de 363%, mientras que el de paisa casi se quintuplicó. De ser vendido el 28 de septiembre en Bs. 50.900, pasó en 84 días a costar Bs. 249.000.

Así como se constataron en el mercado Guaicaipuro las variaciones de precios en los productos mencionados, de 5,3% diariamente, también se observó la escasez de dos de los tres alimentos en la lista de compra de la familia Quiroz: la boloña con pimentón, que desapareció desde el 14 de septiembre y la mortadela, que dejó de verse en los refrigeradores desde el 9 de noviembre.

Publicado por Efecto Cocuyo
26/03/2018

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