Con los precios de vegetales por las nubes, y teniendo que llenar con ellos el vacío que dejan las prácticamente inalcanzables proteínas, el gasto en estos productos de la tierra se eleva mucho más allá del salario del mínimo promedio de los venezolanos.
El testimonio de la señora Mary Romero, refleja el calvario que viven los venezolanos, a la hora de comprar los productos básicos. Indicó que en su núcleo familiar, de seis personas, el gasto en vegetales supera los 10 millones semanales: “Con la situación como está no se puede comprar todo. O se compra proteína, o se compran vegetales. Tampoco se puede hacer un jugo, porque la fruta está carísima; la única que podemos comprar es cambur, que está en 60.000 bolívares en los mercados populares”.
Romero agrega que desde hace tiempo no ha vuelto a comprar papas debido al precio: 1.350.000 bolívares por kilo. “Hay que resolver rotando tomates, berenjenas y calabacín”.
Para Alida de López no es muy distinta la cosa: Afirma que necesita dos millones de bolívares diarios para las hortalizas de su núcleo familiar, de cinco personas, “y con eso todavía uno queda corto. Ya no se puede comprar como antes, ahora todo es en pequeñas cantidades”.
Por su parte, Liseth Pereira destina un millón y medio de bolívares a la semana a estos alimentos: “Una semana compro remolacha, otra semana compro papa, a la siguiente zanahoria… No se puede comprar mucho con esa cantidad de dinero, y cada vez es menos”, explicó.
El precio del tomate es de 1.100.000 bolívares, lo mismo que el repollo. La papa está en 1.350.000 y la zanahoria en 900.000, mientras el pimentón se ubica en 1.650.000.
Con información de Runrunes