Diariamente los precios de los alimentos cambian, y frente a eso, el bolsillo de los venezolanos siendo el efecto inflacionario. Por lo cual, ir a las charcuterías del país se ha convertido en motivo de sorpresas.

En charcuterías de la capital zuliana, el queso blanco  pasteurizado se encuentra entre 112 y  120 mil bolívares, mientras que el queso madurado apresura su paso a los Bs. 200 mil, encontrándose desde los 138.000 hasta los 160.000 bolívares. El kilo de semiduro se ubica de Bs. 125 mil  en adelante.

En marzo, el rubro  sorprendía por fijarse en 13 mil bolívares por kilo. Actualmente, supera el precio de la carne  fijado por la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde) que estableció en Bs. 80 mil (lomito).

Charcuteros aseguraron que las ventas son “incomparables” a las que tenían meses atrás. “Cada día va bajando más el número de personas que vienen a comprar queso, podría estimar que estamos vendiendo un 50 o 60% menos. El queso por kilo se vende poco, la gente lleva cuando mucho un cuarto de kilo o de poquito en poquito, que da cosa venderlo”, explicó Joelvis Alaña, desde la vitrina donde atendía a sus clientes en el mercado  Santa Rosalía.

Un kilo de jamón de pierna y de espalda han escalado a los 234 mil bolívares. Rondando los Bs. 250 mil está el kilo de jamón de pechuga de pollo y  el ahumado está en 250.000 bolívares. Mientras que la mortadela,  una de las opciones con las que  usuarios “sustituyen” al jamón, y hasta el queso, subió a los Bs. 126 mil. La boloña cuesta alrededor de 126.000 y 130.000 bolívares.

Con información de diario Panorama

30/11/2017

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