Un salario mínimo que se diluye con el aumento de los precios. El reciente incremento que ubicó el sueldo en Bs. 40.000 se queda corto en el camino de la hiperinflación. Mientras todos los productos suben su precio casi a diario, los bolívares son cada vez más insuficientes para adquirir alimentos básicos.

Si bien la inflación disminuyó su intensidad de aumento durante los meses de febrero y marzo, según los registros de la Asamblea Nacional, economistas advierten que ese efecto se desvaneció en abril. La principal muestra es la evolución de la tasa cambiaria en el mercado paralelo, donde el dólar pasó de 3.600 bolívares a más de Bs. 6.000 en un mes.

Durante un recorrido por supermercados, se pudo constatar que los precios de algunos productos, al menos los que se mantuvieron en los anaqueles del supermercado por esa semana, aumentaron su valor después de la subida del salario mínimo.

Proteína, frutas y vegetales; todos registraron aumentos. El kilogramo que más subió, en términos porcentuales, fue el del tomate, con 117% de incremento. Les sigue el Kg de cebolla, con 50%. Luego, el de carne y aguacate, con 47%; el de papas, con 13,6%; y el de plátano, con 10%.

Los apagones que afectan al país desde comienzos de marzo, y que se extienden hasta la fecha, contribuyen al aumento de los precios. Fedecámaras advirtió que la paralización de la actividad económica por las fallas en el servicio de energía eléctrica generaría escasez y desabastecimiento, lo cual encarecería los costos de producción.

Y los comercios también se ven afectados. Sufren pérdidas de mercancía y caídas en las ventas. Además, tampoco cuentan con créditos para reponer inventarios a causa del encaje legal que mantiene el Banco Central de Venezuela (BCV) sobre la banca nacional.

Con información de Efecto Cocuyo

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