Teletrabajo, clases online y toneladas de horas de entretenimiento disponible en vivo por las redes sociales. Todo en la primera semana de la cuarentena por la llegada del COVID-19 en Venezuela incita a un mayor consumo de Internet, pero el nuevo escenario también deja al descubierto la fragilidad de la infraestructura nacional de telecomunicaciones y la falta de una cultura del trabajo remoto en el país.
“La mayoría de los usuarios no sabe cuánto es su consumo de Internet a diario. Apenas que Twitter gasta menos que los videos en vivo, pero no lleva el conteo de ese gasto. Se tiene una sensación de que Internet es infinita, pero todos los fallos de inversión y los problemas de infraestructura, todo eso va a pasar factura ahora y con esteroides. Porque se está retando a la red por todas partes”, explicó Luis Carlos Díaz, especialista en comunicación digital y defensor de los derechos digitales.
Movistar Venezuela, el principal proveedor de Internet móvil en el país, emitió un comunicado para llamar al “uso racional de los datos” y reveló que su infraestructura es “una red que ya operaba a máxima capacidad”.
La empresa no detalló el número exacto de megabytes que aumentó el consumo de Internet en Venezuela. Se limitó a decir que el incremento experimentado durante la primera semana de la cuarentena por el nuevo coronavirus equivale a todo el crecimiento registrado en su red durante el año pasado. “El tráfico de protocolos de entretenimientos se multiplicó por 2,5 veces” fue el único dato preciso que aportó el proveedor.
Digitel, el segundo proveedor de conexión móvil en el país, reveló que el consumo de Internet experimentó “un aumento de, al menos, un 40% en promedio” a través de un comunicado público. La operadora agregó también que la red mantiene “sus estándares de funcionamiento aún con este incremento exponencial”.
Tendencia global
La preocupación no es exclusiva de Venezuela. Google se comprometió a mostrar una calidad más baja en sus videos de YouTube y Netflix también bajó 25% su banda ancha para optimizar el consumo de Internet. Mientras que Internet Society se propuso rastrear el impacto que supone el aumento del teletrabajo en los países más afectados por el COVID-19 para la red.
La diferencia es que esto ocurre en Venezuela cuando todavía las tarifas de Internet móvil siguen bajo estricta regulación de las autoridades y después de varios años de desinversión en infraestructura. La renta mensual de un plan de datos móviles con 2 gigabytes al mes y más de 600 minutos de llamadas aún se paga a menos de 70.000 bolívares, es decir, al equivalente de un dólar a tasa oficial. Mientras que en el resto de América Latina se cancela entre 30 y 40 dólares por el plan más básico.
El reto del teletrabajo
La emisión más reciente de “El Patio Content Studio”, que tiene a Luis Carlos Díaz como presentador, contó con un público online que se movió entre las 2.500 y 3.000 personas. Hacer esa transmisión de video en vivo desde su hogar es parte del teletrabajo hecho por el especialista en comunicación digital, pero depende de una conexión de Internet dedicada, con una velocidad de 20 megabytes, que solo tiene un grupo privilegiado en Venezuela porque se paga a una tarifa internacional.
En cambio, la mayoría de las empresas tienen que enfrentarse a varias limitaciones a la hora de empezar con el teletrabajo. Por un lado, a la baja calidad de las conexiones de Internet de sus trabajadores y, por otro, a una nueva dinámica de supervisión y de objetivos bajo la emergencia por el nuevo coronavirus.
“Esto es 10 veces más grande que el apagón nacional (del año pasado). Por eso, las empresas tienen que entender lo que está pasando en este momento no es algo de corto plazo. Hablamos de que hay gente que trabaja en áreas administrativas y que puede trabajar desde su casa, pero no tiene una buena conexión a Internet y muchas veces ni siquiera tiene una laptop”, apunta Iván Acosta, director general de la firma de asesoría laboral PGA Group.
Movistar Venezuela y Directv, por ejemplo, fueron algunas de las grandes empresas en el país que implementaron el teletrabajo desde que empezó esta “cuarentena social”, durante el pasado lunes 16 de marzo. Al igual que otras pequeñas empresas como PGA Group o la firma de asesoría legal de IurisCorp.
Con información de Efecto Cocuyo