En declive sigue la producción de alimentos en el país por la severa escasez de gasolina y gasoil que se registra en las zonas agrícolas. Aquiles Hopkins, presidente de Fedeagro, alertó que al campo venezolano sólo está llegando el 30 % del combustible que las unidades de producción necesitan para transportar los alimentos hacia zonas urbanas y seguir garantizando los cultivos. Precisó que el desabastecimiento de productos como el tomate, cebolla, pimentón, ají dulce, papa y hortalizas verdes ya se comienza a sentir en mercados populares y supermercados del interior.
«La cosecha de hortalizas no puede esperar 10; 15 o 20 días, porque se sacó hoy y es hoy mismo que se debe trasladar ya mañana comienza a deteriorarse su calidad y vienen la pérdidas totales o parciales. Ya los camiones que antes bajaban a los centros poblados ahora no lo están haciendo, eso se nota también en un supermercado o en una bodega cuando se observa la calidad de esos tomates, pimentones, no es la misma que teníamos antes», expresó Hopkins.
Indicó que las restricciones para acceder a la gasolina han sido permanentes desde que inició la pandemia e impacta por igual al pequeño productor hasta la agroindustria. Aunque el gobierno prometió en junio cuando comenzó a implementar el esquema de distribución de gasolina con nuevo precio que el sector alimentación iba a tener prioridad, lo que ha ocurrido es todo lo contrario. Al menos dos semana en cola pasan agricultores de la zona andina del país o los llanos para llenar sus tanques y sólo pueden acceder a 40 litros de gasolina.
«Los productores agropecuarios estamos sufriendo para adquirir los insumos que necesitamos, en los estados fronterizos no llega la gasolina ni cara ni barata. En los estados centrales ha mermado la oferta y la gasolina es restringida. En una época de siembra se necesitas tener movilización permanente que garantice el cultivo», comunicó. Buena parte del combustible que requieren los productores se utiliza para que funcionen las maquinarias como tractores, plantas eléctricas para que funcionen refrigeradores para la leche, o bombas de riego para esos trabajos necesitan gasoil, desde Fedeagro señalan que la escasez de este servicio ha sido menor que la de gasolina, pero al no ser frecuente están en riesgo cultivos del ciclo de invierno que comenzó en mayo y se extiende hasta noviembre, estos son el maíz y el arroz.
Ramón Bolotín, director de Leguminosas y Oleaginosas de Fedeagro, explicó que en promedio un productor de arroz requiere por cada hectárea que cultiva 70 litros de gasoil al día para mantenerlas, trabajar el terreno y aplicar los abonos, y una cantidad constante de gasolina para poder garantizar el traslado de los trabajadores de una unidad de producción hacia las zonas rurales y para trasladarse hasta la ciudad a adquirir insumos.
Relató que por esa escasez de gasolina que se registra aunado a la paralización económica que ha registrado el país con la pandemia y el retraso de la temporada de lluvias en el país, en el estado Portuguesa, el mayor productor de cereales en el país tan sólo se cultivaron 70 mil hectáreas de maíz. «Antes este estado sembraba 200 mil hectáreas en el ciclo de invierno, lo que representa que en la actualidad no cultivamos ni la tercera parte de lo que el estado tiene capacidad de sembrar», expresó.
En el último trimestre del año la nación va a tener tan sólo el 20 % del maíz blanco que demanda la población tanto para producir harina precocida y maíz amarillo, que se utiliza para fabricar alimentos balanceados para animales, principalmente para cerdos y aves.
Derrumbe agrícola
Para Aquiles Hopkins, el año 2020 ha sido «catastrófico» para el sector agropecuario, precisó que los venezolanos sólo están consumiendo el 30 % de los alimentos que necesitan y que hoy están sobre la mesa los productos de primera necesidad que se lograron cultivar hace cuatro o seis meses atrás, pero el futuro se torna desolador para el último trimestre del año, porque advierte que la nación no tendrá capacidad para garantizar los alimentos que se requieren para enfrentar la pandemia.
«La única manera de nivelar el consumo es que se importen esos alimentos, ¿hay las divisas que se necesitan para importarlos?, probablemente la respuesta sea no, y este es el resultado que refleja la Encuesta Condiciones de Vida (Encovi), que presentó la Universidad Católica Andrés Bello, la carencia en el consumo de alimentos y los bajos niveles nutricionales de la población», comunicó. Además, sostiene que en la actualidad se tiene la producción de alimentos que tenía la nación en los años 60 cuando existían 11 millones de habitantes.
Fernando Camino, coordinador nacional del Plan País Agroalimentario, también precisó que la cantidad de hectáreas que se han logrado sembrar este año de hortalizas, que son rubros que se cultivan durante todo el año, se ha reducido a un 80 %, si se compara con años productivos de hace ocho años.
«El registro histórico es que Venezuela llegó a producir 200 mil hectáreas de hortalizas, hoy no llegamos ni a 40 mil hectáreas sembradas. Además de la crisis económica, también influye la caída del consumo, es un circulo vicioso, no hay producción y la caída del consumo más o menos compensa», refirió.
Con información de La Prensa de Lara